Plantea a la Iglesia seguir avanzando en igualdad La HOAC de Canarias pide que las mujeres puedan ser párrocas, diaconisas y curas
El movimiento obrero cristiano valora los pasos dados en la Iglesia impulsados por el papa Francisco
"También es de recordar que, en el ámbito de nuestra Diócesis, durante el episcopado de Ramón Echarren, seis religiosas fueron nombradas párrocas o responsables de las parroquias"
"La HOAC cree que es necesario dar más pasos para seguir superando las lacras del patriarcado y el clericalismo, impulsando comunidades de iguales y fraterna"
"Este movimiento obrero cristiano considera que ya va siendo hora de que las mujeres con carismas puedan acceder a ser párrocas, predicadoras, diáconisas y curas, como ya lo fueron en las primitivas comunidades cristianas y lo son en las iglesias cristianas hermanas"
"Igualmente, sugiere usar el lenguaje inclusivo en todos los ámbitos eclesiales para que todas las personas se sientan cada vez más integradas"
"La HOAC cree que es necesario dar más pasos para seguir superando las lacras del patriarcado y el clericalismo, impulsando comunidades de iguales y fraterna"
"Este movimiento obrero cristiano considera que ya va siendo hora de que las mujeres con carismas puedan acceder a ser párrocas, predicadoras, diáconisas y curas, como ya lo fueron en las primitivas comunidades cristianas y lo son en las iglesias cristianas hermanas"
"Igualmente, sugiere usar el lenguaje inclusivo en todos los ámbitos eclesiales para que todas las personas se sientan cada vez más integradas"
"Igualmente, sugiere usar el lenguaje inclusivo en todos los ámbitos eclesiales para que todas las personas se sientan cada vez más integradas"
| HOAC de Canarias
La Hermandad Obrera de Acción Católica (HOAC) decidió, en su asamblea telemática del pasado sábado, plantear a todas las personas y entidades cristianas el seguir avanzando en la igualdad de la mujer dentro de la Iglesia. Invita a inspirarnos en la comunidad de hermanos y hermanas iguales iniciada por Jesús (Mt 23,8), donde sus integrantes todo lo tenían en común y se repartían según sus necesidades (Hch 2,44-46), y donde hombres y mujeres son una misma persona, iguales en Cristo Jesús como escribe San Pablo a los Gálatas (Gal 3,28).
El movimiento obrero cristiano valora los pasos dados en la Iglesia impulsados por el papa Francisco, quien creó en 2016 una comisión de estudio para el posible acceso de las mujeres al diaconado, que reactivó en 2020 tras el Sínodo de la Amazonía. Eligió en noviembre de 2021 la primera “gobernadora” del Vaticano; decretó su acceso oficial como acólitas y lectoras, funciones reservadas hasta hace poco solo a hombres; instituyó el Ministerio de Catequista; permitió la participación de una mujer en el Sínodo de Obispos con voz y voto.
También es de recordar que, en el ámbito de nuestra Diócesis, durante el episcopado de Ramón Echarren, seis religiosas fueron nombradas párrocas o responsables de las parroquias de La Graciosa, Altavista de Arrecife, San Bartolomé de Lanzarote, del Polvorín de Las Palmas de Gran Canaria, de Castillo Romeral y de Balos en Santa Lucía.
La HOAC cree que es necesario dar más pasos para seguir superando las lacras del patriarcado y el clericalismo, impulsando comunidades de iguales y fraternas, donde el crecimiento del pueblo de Dios sea lo primero, al servicio del cual están los carismas y ministerios como se recoge en el Nuevo Testamento (Rm 12,6-8; 1ª Cor 12,4-11; Ef 4,11) y en el Concilio Vaticano II (LG 9 y 10).
Este movimiento obrero cristiano considera que ya va siendo hora de que las mujeres con carismas puedan acceder a ser párrocas, predicadoras, diáconisas y curas, como ya lo fueron en las primitivas comunidades cristianas y lo son en las iglesias cristianas hermanas. La participación del pueblo de Dios en el Sínodo de los Obispos puede ser una oportunidad para dar pasos significativos en ese sentido.
Y, por último, la HOAC canaria invita a nuestros obispos, presbíteros, diáconos, religiosas y creyentes a propiciar comunidades participativas, fraternas y comprometidas, donde la vivencia de la fe, la esperanza y la caridad sea una prioridad, donde se forme a sus integrantes y se promueva la dignidad de las mujeres. Igualmente, sugiere usar el lenguaje inclusivo en todos los ámbitos eclesiales para que todas las personas se sientan cada vez más integradas.
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