"Inspirador de la opción por los pobres del pontificado de Bergoglio" Juan José Tamayo: "Scannone desarrolló en armonía filosofía y reflexión teológica"
"Le conocí personalmente en Madrid en casa de Casiano Floristán en una reunión con Gustavo Gutiérrez, Enrique Dussel, Luis Maldonado y otros colegas latinoamericanos"
"La crítica de los elementos deshumanizadores de nuestra civilización no le impidió reconocer los brotes esperanzadores de mayor humanidad"
| Juan José Tamayo
El 28 de noviembre se apagó la voz cálida y serena del intelectual argentino jesuita Juan Carlos Scannone en Buenos Aires, su ciudad natal, tras una larga y fecunda vida dedicada al quehacer filosófico y a la reflexión teológica, ambas en armonía. Mi relación con Scannone data de hace casi cuatro décadas. En Conceptos Fundamentales de Pastoral (Cristiandad, Madrid), obra colectiva publicada en 1983 bajo mi dirección y la de Casiano Floristán, le pedimos desarrollara el concepto “Teología de la liberación” en el que establecía una tipología de la teología de la liberación en cuatro tendencias, que durante varios años se convirtió en referencia obligada para el estudio de dicha corriente teológica latinoamericana:
- Teología desde la praxis pastoral de la Iglesia, que acentúa el carácter evangélico e integral de la liberación; la figura más representativa es el cardenal E. Pironio.
- Teología desde la praxis de grupos revolucionarios, que reflexiona desde y para la praxis de grupos cristianos comprometidos con la acción revolucionaria.
- Teología desde la praxis histórica, que da especial relevancia a la praxis pastoral y política liberadora de los cristianos más concientizados; el autor más representativo es Gustavo Gutiérrez.
- Teología desde la praxis de los pueblos latinoamericanos, que, aun reconociendo el valor analítico de la categoría “clase” y la opresión estructural, concibe el pueblo desde una perspectiva histórico-cultural; destacados representantes de esta tendencia son Lucio Gera y el propio Scannone.
Le conocí personalmente en Madrid en casa de Casiano Floristán en una reunión con Gustavo Gutiérrez, Enrique Dussel, Luis Maldonado y otros colegas latinoamericanos. La última vez que nos vimos fue el 12 de agosto de este año en la Facultad Jesuita de Filosofía y Teología (FAJE) de Belo Horizonte (Brasil), donde pronuncié una conferencia sobre “Fundamentalismos, interculturalidad y diálogo entre religiones”, que siguió con mucho interés y tras la que me felicitó con la cordialidad que le caracterizaba. Le encontré en plena vitalidad intelectual. No podía imaginar que fuera la última vez que nos viéramos.
Scannone nació en Buenos Ares en 1931. Obtuvo la licenciatura en filosofía en 1956 en la Facultad jesuita de filosofía de San Miguel (San Miguel-Buenos Aires) (Argentina), en teología en Innsbruck (Austria) en 1963 y el doctorado en filosofía en Munich en 1967 con una tesis sobre el filósofo francés Maurice Blondel, que en adelante influiría decisivamente en su pensamiento. Fue profesor de filosofía y teología en la Universidad del Salvador (Buenos Aires) y en diferentes universidades latinoamericanas y europeas, entre ella la Universidad Gregoriana. Dirigió la prestigiosa revista Stromata. Fue miembro del grupo de investigación filosófica “Canoa”, de la Asociación de Filosofía Latinoamericana y Ciencias Sociales, del equipo asesor de los Departamentos de “Justicia y Solidaridad”, de Cultura y Educación” del Consejo Episcopal Latinoamericano (CELAM) y colaborador de la revista de los jesuitas La Civiltá Catolica, de Roma.
Entre sus publicaciones cabe citar: Sein und Inkarnation. Zum ontologischen Hintergrund der Frühschriften Maurice Blondels (su tesis doctoral, Friburgo-Munich, 1968; Teología de la liberación y praxis popular. Aportes críticos para una teología de la liberación (Sígueme, Salamanca, 1976), reimpresión facsimilar, con palabras liminares de Ivan Ariel Fresia, pp. IX-XXX, y J. C Scannone, “Autobiografía intelectual”, pp. XXXIII-LIV; Evangelización, cultura y teología, Guadalupe, Buenos Aires. Reimpresión facsimilar, con palabra preliminares de Marcelo Tejo, pp. IX-XXVI; Weisheit und Brefreiung. Volkstheologie in Lateinamerika, Dusseldorf, 1992: Nuevo punto de partida de la filosofía latinoamericana, Guadalupe, Buenos Aires, 1990, reimpresión facsimilar, Buenos Aires, 2011, con palabra preliminares de Guillermo Rosollino, pp. IX-LXXIV; Religión y nuevo pensamiento. Hacia una filosofía de la religión para nuestro tiempo desde América Latina, Barcelona-México, 2005; Discernimiento filosófico de la acción y pasión históricas. Planteo para el mundo global desde América Latina, Anthropos, Barcelona, 2011.
Scannone es uno de los intelectuales argentinos con mayor proyección internacional en los campos de la teología de la liberación en su versión de “teología del pueblo”, junto con Lucio Gera, y de la filosofía de la liberación, de la que fue uno de sus principales impulsores, junto con Enrique Dussel y otros. Encarnaba a la perfección el lema de Blondel: “viviendo en cristiano, busco cómo debo pensar como filósofo”. Otros agregan: “viviendo en cristiano latinoamericano y pensar como teólogo y pastor”.
Nunca ocultó sus condicionamientos cristianos –e incluso ignacianos, como jesuita que era- pero reconoció honestamente que no obstaculizaban su genuino trabajo filosófico, que lo desarrolló en un diálogo permanente y mutuamente fecundante entre la filosofía y la teología latinoamericanas y europeas, siempre en actitud respetuosa, pero también crítica hacia los procesos de modernización científico-técnica, política, cultural y económica desde un discernimiento ético-histórico. La crítica de los elementos deshumanizadores de nuestra civilización no le impidió reconocer los brotes esperanzadores de mayor humanidad que ya están germinando.
Su principal empeño como filósofo y teólogo fue algo que, como acostumbraba a decir, le falta a la cultura occidental: reconciliar razón y vida, redescubrir la misión sapiencial de la razón. Se mostraba partidario del “mestizaje cultural” entre cultura popular sapiencial emergente y modernidad “advenida y adveniente”, ejemplificado en la religiosidad latinoamericana actual, que ha resistido los embates de la Ilustración y de la secularización y ha logrado la coexistencia de tres imaginarios: el ancestral del catolicismo popular, el moderno y el postmoderno; que debe incorporar las cosmovisiones indoamericana y afroamericana.
El resultado no es una identidad única y cerrada, sino múltiple o relacional, que favorece el diálogo interreligioso e intercultural encaminado hacia la construcción de un mundo más humano y humanizador, más allá del choque de civilizaciones y de los fundamentalismos religiosos.
Más que de filosofía de la historia, Scannone prefiere hablar de la filosofía de la acción y pasión históricas, siguiendo a Blondel y a Paul Ricoeur, que consideraba al ser humano como agente y como paciente y padeciente, como queda patente en el título de su libro Discernimiento filosófico de la acción y pasión históricas (Anthropos, Barcelona, 2009).
En el campo del discurso religioso su aportación más importante es la elaboración de una teología latinoamericana desde el lugar hermenéutico de la cultura popular de los pueblos latinoamericanos, a quienes acompañó en sus procesos de liberación. Scannone coincide con sus colegas teólogos de la liberación en el desplazamiento llevado a cabo en la teología latinoamericana del desarrollo, tendencia de la teología europea de la década de los sesenta del siglo pasado, a la liberación, palabra que expresa la situación de continente latinoamericano, la toma de conciencia de los sectores populares y las aspiraciones profundas de los pueblos latinoamericanos. Dicho desplazamiento implica analizar la realidad de América Latina no desde la perspectiva de los países del centro, sino desde su situación de dependencia estructural.
Scannone observa que el hecho mayor de la irrupción de los pobres en América Latina está lleno de potencialidades positivas para la humanidad global. Está de acuerdo con sus colegas en partir de la praxis histórica, pero la diferencia radica en la manera de entender dicha histórica. ¿Se trata de la praxis histórica de los pueblos latinoamericanos o de la praxis de las vanguardias políticamente concientizadas? ¿de la praxis de fe del pueblo de Dios o de la praxis histórica a secas? Él se inclina por la primera parte de la pregunta.
Quiero destacar un último aspecto de la actividad filosófico-teológica de Scannone: su relación con el papa Francisco, argentino y jesuita como él, primero de carácter discipular, ya que Scannone fue su profesor, y después como asesor e inspirador de la opción por los pueblos latinoamericanos que guía el pontificado de Bergoglio. Creo, no obstante, que Francisco no se ha quedado en la teología del pueblo, sino que ha avanzado hacia una teología liberadora y ecológica en la que los sujetos a liberar son las mayorías populares empobrecidas por mor del modelo económico neoliberal y la naturaleza depredada por mor del modelo de desarrollo científico-técnico de la modernidad, como se demuestra en las encíclicas La alegría del Evangelio (2013) y Laudato Si’. Sobre el cuidado de la Casa Común (2015).
Ya no volveremos a escucharse la voz autorizada de Scannone ni yo podré disfrutar de su trato cordial. Pero nos quedan sus obras en el doble sentido de la palabra: sus textos llenos de profundidad y creatividad y su compromiso con los pueblos latinoamericanos, a cuyo servicio estuvieron su vida y su pensamiento.