Como Jesús de Nazaret, como todos los profetas, tú, el obispo de Roma, Francisco, padeces las huellas martiriales, por anunciar la Iglesia, Misterio y Pueblo de Dios en comunión fraterna y en misión, que nos diseña el Evangelio, superando el esquema de la Iglesia inspirada en la religión.
Te apoyamos, rezamos y confiamos en el Espíritu Santo, que es el que te da la fuerza, la luz, la parresia y la inspiración para anunciar el Reino de Dios.
Nicolás Castellanos Franco osa
Obispo emérito de Palencia
Campaña en defensa del Papa: Yo con Francisco