"Es urgente establecer espacios donde la teología y la IA converjan como aliadas" Re-evolución teológica: La Inteligencia Artificial ya transforma el estudio sistemático y la evangelización

¿Cómo nos puede ayudar la IA en la Iglesia?
¿Cómo nos puede ayudar la IA en la Iglesia?

"La inteligencia artificial (IA) es en este momento uno de los vectores más decisivos provocando un cambio cultural, tecnológico, socioeconómico y espiritual, que ya podemos identificar como una nueva revolución industrial, esta vez marcada por la tecnología"

"Un ecosistema digital altamente complejo que desafía nuestras categorías éticas, sociales y espirituales"

"La IA puede, así, articular plataformas colaborativas en las que académicos de distintos continentes trabajen en conjunto, compartiendo hallazgos, debatiendo interpretaciones y potenciando el diálogo ecuménico e interreligioso"

"La Iglesia, con su tradición milenaria en el discernimiento ético y moral, se encuentra en una posición privilegiada para liderar el debate sobre las implicaciones de la IA, estableciendo criterios que guíen su implementación"

Introducción

En un mundo globalizado marcado por la expansión vertiginosa de las tecnologías emergentes, la inteligencia artificial (IA) es en este momento uno de los vectores más decisivos provocando un cambio cultural, tecnológico, socioeconómico y espiritual, que ya podemos identificar como una nueva revolución industrial, esta vez marcada por la tecnología. A diferencia de anteriores ciclos de cambio tecnológico, la actual revolución no se reduce a la mecanización industrial, sino que integra el poder del análisis masivo de datos “big data”, el aprendizaje automático “machine learning”, la robótica avanzada y la conectividad ubicua de internet, configurando así un ecosistema digital altamente complejo que desafía nuestras categorías éticas, sociales y espirituales.

Aunque la imaginación colectiva se vea con frecuencia impactada por representaciones distópicas en torno a la IA, alimentadas por el sensacionalismo mediático y las narrativas cinematográficas. El auténtico desafío radica en discernir críticamente su naturaleza y posibilidades, lejos de visiones simplistas que la conciban como una fuerza autónoma destinada a desplazar a la humanidad.

‘Informe RD’ con análisis y el Documento Final del Sínodo

El 'gemelo' de la basílica de San Pedro, creado por IA
El 'gemelo' de la basílica de San Pedro, creado por IA Vaticano/Microsoft

Ante esta realidad, se observan tres posturas recurrentes: la primera, ignorar la IA con el pretexto de su supuesto estado embrionario, concluyendo que no merece aún consideración; la segunda, demonizarla, concibiéndola casi como un “pecado mortal” cuyo uso acarrea una suerte de “condenación eterna”, actitud no muy distinta de la que algunos adoptaron, ya en su momento, frente al surgimiento del internet u otros avances científicos; y la tercera, por la cual aquí se opta, es acogerla con espíritu crítico y apertura, reconociendo en ella un recurso valioso para complementar la inteligencia humana en el abordaje de problemas complejos.

No obstante, esta última vía plantea desafíos adicionales, ya que ciertos académicos y profesionales experimentan recelos y temores a emplear la IA en sus investigaciones o publicaciones, por temor a no dominar sus procedimientos técnicos o a que sus colegas devalúen su trabajo al percibir que el apoyo tecnológico en el proceso deslegitima la seriedad o calidad del trabajo intelectual.

Precisamente por estas tensiones, y ante las transformaciones profundas que ya están, resulta ineludible reflexionar con rigor sobre la IA y las enormes ventajas que puede aportar a la formación teológica y la praxis evangelizadora. En este horizonte, la teología y la evangelización se encuentran ante una coyuntura histórica, quizás la más grande de la historia: la de integrar estas tecnologías a fin de reconfigurar la acción pastoral, enriquecer la formación teológica y potenciar la misión evangelizadora de la Iglesia, situándola con renovada vitalidad en el contexto digital.

Democratización del acceso al conocimiento

La Inteligencia Artificial (IA) se erige como un motor de democratización de todos los saberes y en el caso, el teológico, no está ajeno a esto, derribando barreras geográficas y lingüísticas. El Papa Benedicto XVI, en su Mensaje para la XLIII Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales, afirmó que las nuevas tecnologías de la información y la comunicación

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“… son un verdadero don para la humanidad y por ello debemos hacer que sus ventajas se pongan al servicio de todos los seres humanos y de todas las comunidades, sobre todo de los más necesitados y vulnerables… los estudiantes e investigadores tienen acceso más fácil e inmediato a documentos, fuentes y descubrimientos científicos, y pueden así trabajar en equipo desde diversos lugares; además, la naturaleza interactiva de los nuevos medios facilita formas más dinámicas de aprendizaje y de comunicación que contribuyen al progreso social.” [1].

Evidentemente, el Papa está notando que esta nueva tecnología permite a estudiantes, investigadores y fieles acceder con rapidez a bibliotecas virtuales, fuentes documentales y análisis hermenéuticos avanzados. De esta manera, el acceso al conocimiento teológico, antes restringido por diversos condicionantes, se hace más abierto, plural y dinámico, impulsando la interacción crítica y el fortalecimiento de la conciencia eclesial global. La IA puede, así, articular plataformas colaborativas en las que académicos de distintos continentes trabajen en conjunto, compartiendo hallazgos, debatiendo interpretaciones y potenciando el diálogo ecuménico e interreligioso.

Sin embargo, el acceso global y plural que la IA facilita no puede entenderse al margen de las consideraciones éticas que deben orientar su desarrollo y su uso, garantizando que la apertura del saber teológico se realice de modo responsable, justo y respetuoso de la dignidad humana.

La ética como fundamento en el uso de la inteligencia artificial

La cuestión ética en el uso de la IA es determinante. El desarrollo, implementación y difusión de estas tecnologías deben enraizarse en una sólida reflexión ética y teológica que promueva principios de transparencia, justicia, responsabilidad, respeto a la dignidad humana y protección de los más vulnerables. El Papa Francisco, en diversos discursos sobre la cultura tecnológica, ha subrayado la urgencia de asegurar que la IA se oriente al servicio del ser humano y no a su instrumentalización.

Inteligencia artificial

Asimismo, el “Rome Call for AI Ethics”, presentado en el Vaticano en 2020, afirma que el desarrollo tecnológico debe fundamentarse en una ética que respete los valores esenciales de la dignidad humana, evitando la discriminación, el control indebido de las conciencias y la pérdida de la identidad humana, haciendo un llamado a que este progreso a de orientarse hacia un bien común que priorice la inclusión, la justicia, la sostenibilidad y el respeto mutuo, promoviendo una innovación al servicio de la humanidad y de la integridad del planeta.[2]

La Iglesia, con su tradición milenaria en el discernimiento ético y moral, se encuentra en una posición privilegiada para liderar el debate sobre las implicaciones de la IA, estableciendo criterios que guíen su implementación. Este liderazgo no solo implica advertir sobre los peligros de un uso instrumentalizado de la tecnología, sino también ofrecer una visión positiva que logre equilibrar innovación y humanidad, evitando tanto un pesimismo tecnofóbico como un optimismo ingenuo.

De la misma manera que la reflexión ética enmarca el buen uso de la IA, es en la praxis formativa y pastoral donde estas consideraciones cobran mayor relevancia, ya que la educación en la fe y la transmisión catequética requieren de herramientas digitales que, ancladas en principios morales, potencien la experiencia comunitaria y el encuentro con la Palabra.

Evangelización Digital e Inteligencia Artificial en la planificación y formación catequético-religiosa

La evangelización en el contexto digital se ha convertido en una tarea urgente e inaplazable para la Iglesia contemporánea. El surgimiento de programas de formación que preparen misioneros digitales competentes ha pasado de ser una curiosidad para convertirse en una necesidad impostergable.[3] Según el Papa Francisco, la IA tiene el potencial de abrir caminos hacia una “cultura del encuentro” y superar las barreras de la “cultura del descarte” (Discurso en el G7, 2024). Redes sociales impulsadas por algoritmos éticos pueden emplearse estratégicamente para difundir el mensaje del Evangelio, llegando a audiencias diversas y promoviendo el diálogo interreligioso.

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La IA ofrece un potencial sin precedentes para la planificación pastoral y la formación catequético-religiosa, pues posibilita el análisis de grandes volúmenes de datos, permitiendo el desarrollo de estrategias más contextualizadas, flexibles y empáticas. Según el Directorio para la Catequesis del Pontificio Consejo para la Promoción de la Nueva Evangelización, “la fe se transmite por el encuentro interpersonal y se alimenta en la esfera de la comunidad”.[4] 

En favor de lo anterior, modelos como los sistemas conversacionales avanzados como, ChatGPT, Perplexity, GeminiAI y Claude, entre muchos otros, facilitan la generación de materiales catequéticos en tiempo real, adaptados a distintos niveles educativos y contextos culturales, no solo aumentando la accesibilidad del mensaje evangélico, sino que también permite una personalización que responde a las necesidades y ritmos de aprendizaje de cada comunidad.

Un elemento complementario para considerar son las herramientas de generación de contenido audiovisual, como CANVAS, DALL-E, Midjourney, ArtFlow, Suno, Udio y HeyGen. Estas plataformas permiten la creación de imágenes, música y videos personalizados que enriquecen la narrativa evangelizadora. Los agentes pastorales pueden adaptar, con mayor creatividad y flexibilidad, su mensaje al perfil de cada comunidad, fortaleciendo el vínculo entre la cultura digital y la transmisión de la fe.

El uso de realidad aumentada y simulaciones virtuales representa otro recurso innovador en este campo. Estas tecnologías permiten a las comunidades vivir experiencias inmersivas que facilitan la comprensión del contexto histórico y cultural de las Escrituras, resultando particularmente atractivas para los jóvenes alejados de la Iglesia. Herramientas como Logos Bible Software integran algoritmos de IA para optimizar la experiencia de estudio bíblico, ofreciendo búsquedas semánticas avanzadas y recomendaciones de textos patrísticos y literatura académica.[5] Estas soluciones tecnológicas no solo enriquecen la reflexión teológica, sino que también promueven el diálogo interdisciplinar y fortalecen la investigación exegética.

Además, plataformas digitales de oración y meditación, como “Hallow”—una reconocida aplicación católica de oración y meditación—emplea algoritmos de recomendación y análisis semántico basados en IA para adaptar sus contenidos a los perfiles espirituales y las preferencias de los usuarios, fortaleciendo la experiencia de crecimiento espiritual individual.[6]

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La implementación de estas herramientas en entornos académicos y formativos, como seminarios y universidades teológicas, también promete una integración más profunda y contextualizada de la IA en la formación de futuros líderes pastorales. Programas especializados pueden enseñar a religiosos, seminaristas y agentes pastorales a utilizar la IA para la gestión de la información teológica, la investigación exegética y la transmisión catequética. Esto garantiza un acompañamiento pastoral más cercano, directo y adaptado a las realidades contemporáneas.

La IA también permite analizar patrones globales e identificar tendencias espirituales en distintos grupos poblacionales, facilitando un enfoque evangelizador que conecte con culturas diversas y promueva el diálogo interreligioso. Así, estas tecnologías no solo enriquecen el mensaje evangélico y las dinámicas parroquiales, sino que también extienden la evangelización a contextos globales, acercando el Evangelio a comunidades alejadas y nuevas generaciones nativas digitales.

En suma, la inteligencia artificial y las herramientas digitales ofrecen una oportunidad sin precedentes para la Iglesia: personalizar el acompañamiento pastoral, ampliar las fronteras de la evangelización y fortalecer la formación integral de los agentes pastorales. Estas innovaciones, utilizadas de manera responsable y ética, garantizan una acción evangelizadora más efectiva, creativa y adaptada a los desafíos del mundo contemporáneo.

La Inteligencia Artificial en la Formación Teológica académica y de seminaristas

La incorporación tecnológica no se limita a la esfera parroquial: su adopción sistemática en seminarios, diócesis y universidades teológicas ofrece la oportunidad de configurar planes de estudio integrales que preparen a los futuros líderes pastorales para interactuar con la compleja realidad del siglo XXI. Lejos de ser un mero recurso instrumental, la IA impulsa el desarrollo de capacidades analíticas, la gestión eficaz de la información teológica y la apertura a nuevos lenguajes digitales. De este modo, los agentes pastorales pueden aprender a interpretar la realidad a través del filtro ético y teológico, garantizando que los avances tecnológicos cumplan con su cometido de servir al bien común.

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Herramientas como Logos Bible Software, Verbum, Acordance, Magisterium AI, etc. integran algoritmos de IA para optimizar la experiencia de estudio bíblico y o doctrinales, ofreciendo búsquedas semánticas avanzadas, recomendaciones de textos patrísticos y literatura académica que facilitan el diálogo interdisciplinar y la reflexión teológica.[7] Estas innovaciones permiten a seminaristas y estudiantes de teología acceder a materiales de alta calidad, fortaleciendo su formación intelectual, académica, espiritual y pastoral.

Esta formación integral, arraigada en la comprensión crítica y ética de las nuevas tecnologías, prepara el terreno para que la IA también impulse el avance de la investigación teológica, bíblica y arqueológica, abriendo horizontes inéditos en el estudio de las fuentes sagradas y de su contexto histórico-cultural.

La Inteligencia Artificial en la Investigación teológica junto a otras ciencias complementarias

No es difícil encontrar un muy buen ejemplo del uso de herramientas de Inteligencia Artificial y como el Eep Talstra Centre for Bible and Computer de la Vrije Universiteit Amsterdam aplica técnicas computacionales y algoritmos estadísticos para estudiar la morfología y la sintaxis bíblicas. Un ejemplo se describe en “The Hebrew Bible as Data: The ETCBC Approach to the Hebrew Bible” de W. Th. van Peursen (publicado en Ancient Worlds in Digital Culture, 2016). Esta investigación revela patrones léxicos y estilísticos novedosos, fortaleciendo la exégesis y el estudio crítico de las fuentes. En conclusión, el trabajo de Van Peursen y el equipo del ETCBC ilustra de manera fidedigna cómo el empleo de análisis computacionales avanzados y métodos estadísticos (parte del amplio espectro de la IA actual) enriquece la investigación bíblica, revelando estructuras léxicas, sintácticas y estilísticas que ofrecen perspectivas renovadas en la exégesis y el estudio crítico de las fuentes bíblicas.[8]

También es altamente motivador ver los resultados que ha estado arrojando desde hace bastante tiempo el Index Thomisticus Treebank (IT-TB) que representa una innovación sin precedentes en la investigación teológica al aplicar inteligencia artificial y procesamiento avanzado del lenguaje natural para analizar el corpus de Santo Tomás de Aquino en latín medieval. Este proyecto integra tres pilares fundamentales: tecnología, filosofía de alto nivel y teología, para reinterpretar uno de los legados más influyentes del pensamiento cristiano. Desde la filología computacional y la lingüística de corpus, el IT-TB desarrolla modelos estadísticos que permiten diagramar relaciones gramaticales, como sujeto, objeto y complementos y descubrir matices semánticos complejos.

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El IT-TB trasciende las herramientas tradicionales de concordancia, posibilitando búsquedas y análisis estructurales que abren nuevas lecturas filosóficas, históricas y teológicas. Al mapear las conexiones lingüísticas y semánticas de la obra de Tomás, ofrece a los investigadores una perspectiva más profunda y rigurosa para entender su pensamiento en su contexto medieval y en su relevancia contemporánea.

Además, este proyecto fomenta la interoperabilidad con otros corpus latinos medievales, permitiendo comparar textos, explorar influencias y enriquecer los estudios patrísticos y escolásticos. La automatización de tareas mediante aprendizaje automático reduce significativamente el tiempo de análisis, permitiendo a los académicos concentrarse en la interpretación teológica.

El IT-TB encarna un modelo de investigación interdisciplinar que combina rigor tecnológico, profundidad filosófica y riqueza teológica, mostrando cómo la inteligencia artificial puede ser un puente entre el pasado y el presente, abriendo horizontes inéditos en el estudio del pensamiento tomista y su influencia en la teología actual.

Un ejemplo reciente y revolucionario de la aplicación de la inteligencia artificial en el estudio de textos antiguos es el Vesuvius Challenge, un proyecto interdisciplinario dedicado a descifrar los rollos encontrados en Herculano, una ciudad sepultada por la erupción del Vesubio en el año 79 d.C. Aunque en un inicio se generó cierta confusión mediática al vincular estos rollos con los del Mar Muerto, lo cierto es que estos papiros representan una de las bibliotecas más importantes del mundo antiguo, posiblemente vinculada a la filosofía epicúrea.

El proyecto busca superar un desafío técnico sin precedentes: leer estos rollos carbonizados sin desenrollarlos, ya que hacerlo implicaría destruirlos. A través de la combinación de escáneres de rayos X de alta resolución y algoritmos de inteligencia artificial, los investigadores están logrando identificar patrones de tinta imperceptibles al ojo humano, incluso en los fragmentos más dañados. Esta metodología no solo permite preservar físicamente los rollos, sino también descifrar su contenido con precisión.

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Los resultados preliminares han generado gran entusiasmo en la comunidad académica, ya que podrían revelar obras de autores como Epicuro o Filodemo, así como textos desconocidos de la filosofía griega y romana. Este proyecto interdisciplinario promete transformar radicalmente el acceso y análisis de manuscritos históricos dañados, ampliando los horizontes de la filología, la arqueología y los estudios clásicos mediante el poder de la inteligencia artificial.[9]

En suma, la IA, al integrarse en el ecosistema digital, no solo brinda nuevas herramientas para la evangelización y la formación de la fe, sino que impulsa la investigación académica hacia horizontes inéditos, potenciando la comprensión del acervo teológico y arqueológico. Estas transformaciones, animadas por una perspectiva ética y pastoral, ilustran cómo la colaboración entre tecnología e instituciones eclesiales puede forjar nuevas rutas de entendimiento, diálogo y anuncio evangélico en un mundo cada vez más conectado.

Conclusión: Liderar desde el presente el futuro de la Teología con Inteligencia Artificial

La inteligencia artificial está redefiniendo las coordenadas del pensamiento teológico y pastoral, ofreciendo oportunidades sin precedentes para transformar la investigación académica, la formación de agentes pastorales y la acción evangelizadora de la Iglesia. Ante este cambio de paradigma, no basta con adaptar herramientas tecnológicas existentes; se requiere una visión audaz que integre la IA en el corazón de las reflexiones teológicas y eclesiales, permitiendo así construir un puente efectivo entre las exigencias del mundo contemporáneo y la riqueza de la tradición cristiana.

La democratización del acceso al conocimiento teológico y científico mediante plataformas colaborativas, el uso de algoritmos para optimizar la investigación exegética y el diseño de estrategias pastorales contextualizadas constituyen ejemplos tangibles de cómo la IA está abriendo nuevas rutas de acción y reflexión. Sin embargo, estas herramientas requieren liderazgos capaces de discernir su aplicación ética, creativa y responsable, asegurando que sirvan al bien común y no se limiten a ser instrumentos funcionales.

Inteligencia artificial

El liderazgo actual, y con mayor razón el futuro, debe caracterizarse por una apertura interdisciplinaria que conecte tecnología, teología y filosofía. No se trata de individuos que dominen cada disciplina, sino de líderes capaces de fomentar diálogos constructivos entre ellas y, sobre todo, de congregar a comunidades académicas y pastorales hacia una reflexión integradora y colaborativa. Estos liderazgos ya deberían estar, pero está bien si comienzan hoy, asumiendo la tarea de impulsar espacios que traduzcan las posibilidades de la IA en herramientas que sirvan a la formación y acción teológica de manera inmediata y efectiva.

En mis reflexiones, he querido demostrar que la IA no es una amenaza para la teología, ni para la humanidad, sino una oportunidad providencial para enriquecer el testimonio cristiano y la investigación académica. Esto no implica reemplazar la experiencia comunitaria o el discernimiento espiritual, sino potenciar, enriquecer y diversificar las posibilidades de acompañamiento pastoral y reflexión intelectual en contextos globales y digitales. La intersección entre IA y teología abre la puerta a nuevas formas de evangelización y formación que, sin desligarse de la tradición, dialoguen activamente con las realidades contemporáneas.

Hoy, más que nunca, necesitamos espacios de reflexión global y colaborativa donde la teología y la inteligencia artificial converjan como herramientas complementarias para comprender, acompañar y transformar un mundo que demanda tanto profundidad espiritual como innovación creativa. Este enfoque asegura no solo la relevancia contemporánea de la teología, sino también su capacidad para guiar con valentía y compromiso a la Iglesia en su misión de proclamar el mensaje de Jesucristo con claridad y sentido en un panorama global interconectado.

Invito a la colaboración activa para que, juntos, sigamos construyendo una teología que no solo ilumine maravillosamente desde el pasado, sino que también viva el presente con audacia y creatividad, mientras inspira el futuro con esperanza y propósito. Mi propuesta está fundamentada no solo en la solidez académica, sino también en un compromiso pastoral concreto que une la tradición cristiana junto con otras tradiciones religiosas y culturales, con las innovaciones tecnológicas. Esta pluralidad permite presentar soluciones prácticas y visionarias que inspiran a instituciones, comunidades y líderes a avanzar con esperanza y claridad.

Inteligencia artificial

Es urgente establecer espacios donde la teología y la IA converjan como aliadas, permitiendo que la fe no solo sea una respuesta al pasado, sino también una guía viva para enfrentar los desafíos del presente y proyectar el futuro con una visión renovada. La construcción de este camino asegurará que la Iglesia mantenga su relevancia, renovando su compromiso con el acompañamiento espiritual y respondiendo con valentía a las complejidades de un mundo en constante cambio y por sobre todo la vigencia permanente del mensaje siempre Resucitador de Jesucristo.

Notas

[1] Benedicto XVI, “Mensaje del Santo Padre Benedicto XVI para la XLIII Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales: Nuevas Tecnologías, Nuevas Relaciones. Promover una cultura de respeto, de diálogo, de amistad”, 24 de enero de 2009. Disponible en: http://www.vatican.va/content/benedict-xvi/es/messages/communications/documents/hf_ben-xvi_mes_20090124_43rd-world-communications-day.html
[2] Rome Call for AI Ethics, firmada el 28 de febrero de 2020. Véase Pontificia Academia para la Vida: https://www.academyforlife.va/content/pav/en/themes/tech-and-ethics/romecall.html
[3] Cf. https://www.religiondigital.org/opinion/Iglesia-contexto-digital-paradigma-mision-sinodo-sinodalidad_0_2726727326.html
[4] Pontificio Consejo para la Promoción de la Nueva Evangelización, Directorio para la Catequesis (Washington, D.C.: United States Conference of Catholic Bishops, 2020).
[5] cf. “About Logos,” Faithlife: https://www.linterpersonalogos.com/about
[6] cf. “Hallow Raises $40 Million to Further Growth in Faith-Based App Market,” The Wall Street Journal, 23 de abril de 2021, https://www.wsj.com/articles/hallow-app-catholic-prayer-wins-over-users-investors-11619458936
[7] cf. acerca de Logos, Verbum y Faithlife: https://www.logos.com
[8] Van Peursen, W. Th. “The Hebrew Bible as Data: The ETCBC Approach to the Hebrew Bible.” En Ancient Worlds in Digital Culture, editado por Claire Clivaz, Paul Dilley y David Hamidovic, 17–41. Digital Biblical Studies 1. Leiden: Brill, 2016. ISBN: 9789004325227 (impresa), 9789004325234 (digital). Disponible en https://brill.com
[9] Se puede consultar el proyecto directamente en su sitio web: “The Vesuvius Challenge.” . https://scrollprize.org/

Alberto Embry
Alberto Embry

* Alberto Embry

albertoembry1@gmail.com

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