(José Antonio Pagola).- Antes de comenzar a narrar la actividad profética de Jesús, Marcos escribe estos breves versículos: «El Espíritu empujó a Jesús al desierto. Se quedó en el desierto cuarenta días dejándose tentar por Satanás; vivía entre alimañas, y los ángeles le servían». Estas breves líneas son un resumen de las experiencias básicas vividas por Jesús hasta su ejecución en la cruz.
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