NOCHE DE LUNA EN GAZA

LA VIOLENCIA ENGENDRA VIOLENCIA. El Dios de los judíos es el mismo Dios de musulmanes y cristianos, Dios de Amor y de Vida, reta a rechazar la opresión y la violencia y vivir como hermanos cada día.

NOCHE DE LUNA EN GAZA

Es de noche,

la luna rompe las nubes

e ilumina el horizonte.

El denso humo de las bombas israelíes

opaca sus rayos plateados

para que no sea testigo de la muerte

de niñas y niños destrozados,

mujeres y hombres desgarrados

abrazados a sus hijos e hijas

ensangrentados.

Crueldad sin nombre,

bombardeos inmisericordes,

ruinas, escombros, sed, hambre

y sangre derramada, 

por un hombre sin entrañas,

de corazón de piedra en el pecho,

y maldad en la mente,

Netanyahu demente,

reencarnación del Tercer Reich indecente,

destila venganza, odio y muerte.

Bajo el pretexto de combatir a Hamás

tras el salvaje atentado terrorista

del siete de octubre,

Israel eligió el terrorismo de Estado,

la tiranía y el genocidio.

Un grito de dolor arranca a la vida,

masacra niños y niñas sin piedad

viola el derecho internacional,

y genera una espiral de violencia

de incalculables consecuencias.

Conocemos los nombres de los israelíes

muertos por Hamás,

pero no conocemos los nombres

de los miles de palestinos, hombres

mujeres y niños muertos

por los bombardeos de Israel,

¡son gente de segunda categoría!

Se levanta en toda la faz de la tierra

un clamor por la paz

y rechazo a la guerra,

que deshumaniza nuestro mundo. 

Por los caminos de los cinco los continentes,

soplan vientos ardientes

de solidaridad con Palestina

que desde hace más de siete décadas

sufre opresión y tiranía

y lucha por su libertad y soberanía.

Hoy la luna,

testigo de la muerte palestina,

llora lágrimas y sangre

y en el cielo se detiene

para iluminar a los sobrevivientes

que entre los escombros salen,

heridos sin ayuda de nadie,

por el bloqueo criminal

del Estado sionista,

mientras Occidente

duerme indiferente

al dolor de la humanidad sufriente.

El Dios de los judíos

es el mismo Dios

de musulmanes y cristianos,

Dios de Amor y de Vida

reta a rechazar la opresión y la violencia

y vivir como hermanos cada día.

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