NOCHE DE LUNA EN GAZA
LA VIOLENCIA ENGENDRA VIOLENCIA. El Dios de los judíos es el mismo Dios de musulmanes y cristianos, Dios de Amor y de Vida, reta a rechazar la opresión y la violencia y vivir como hermanos cada día.
| Fernando Bermúdez
NOCHE DE LUNA EN GAZA
Es de noche,
la luna rompe las nubes
e ilumina el horizonte.
El denso humo de las bombas israelíes
opaca sus rayos plateados
para que no sea testigo de la muerte
de niñas y niños destrozados,
mujeres y hombres desgarrados
abrazados a sus hijos e hijas
ensangrentados.
Crueldad sin nombre,
bombardeos inmisericordes,
ruinas, escombros, sed, hambre
y sangre derramada,
por un hombre sin entrañas,
de corazón de piedra en el pecho,
y maldad en la mente,
Netanyahu demente,
reencarnación del Tercer Reich indecente,
destila venganza, odio y muerte.
Bajo el pretexto de combatir a Hamás
tras el salvaje atentado terrorista
del siete de octubre,
Israel eligió el terrorismo de Estado,
la tiranía y el genocidio.
Un grito de dolor arranca a la vida,
masacra niños y niñas sin piedad
viola el derecho internacional,
y genera una espiral de violencia
de incalculables consecuencias.
Conocemos los nombres de los israelíes
muertos por Hamás,
pero no conocemos los nombres
de los miles de palestinos, hombres
mujeres y niños muertos
por los bombardeos de Israel,
¡son gente de segunda categoría!
Se levanta en toda la faz de la tierra
un clamor por la paz
y rechazo a la guerra,
que deshumaniza nuestro mundo.
Por los caminos de los cinco los continentes,
soplan vientos ardientes
de solidaridad con Palestina
que desde hace más de siete décadas
sufre opresión y tiranía
y lucha por su libertad y soberanía.
Hoy la luna,
testigo de la muerte palestina,
llora lágrimas y sangre
y en el cielo se detiene
para iluminar a los sobrevivientes
que entre los escombros salen,
heridos sin ayuda de nadie,
por el bloqueo criminal
del Estado sionista,
mientras Occidente
duerme indiferente
al dolor de la humanidad sufriente.
El Dios de los judíos
es el mismo Dios
de musulmanes y cristianos,
Dios de Amor y de Vida
reta a rechazar la opresión y la violencia
y vivir como hermanos cada día.