El nuevo libro de Javier Fernández Aguado, en Lid 'Management pontificio': Aprender a gobernar de los papas

Javier Fernández Aguado
Javier Fernández Aguado

"A lo largo de 2000 años se han sucedido 266 romanos pontífices. Nunca hasta ahora se les había analizado bajo el prisma del management"

"En “2000 años liderando equipos” (Kolima, 2020) traté colateralmente de unos pocos vicarios de Cristo. En “Management pontificio” (LID, 2025) centro mi estudio en medio centenar"

"Casi todos los papas han asumido, salvo puntuales excepciones, el propósito de reformar la Iglesia. En mi nuevo libro, el lector disfrutará de múltiples enseñanzas. Como en casi la totalidad de mi obra, con el objetivo de contribuir a la mejora del gobierno de personas y organizaciones"

A lo largo de 2000 años se han sucedido 266 romanos pontífices. Muchos han sido sublimes. Algunos, paradigmas de mediocridad. Unos pocos destacan por inicuos. Paralelamente, pueden sumarse 42 antipapas. El último, un risible Amadeo VIII de Saboya, Félix V. Nunca hasta ahora se les había analizado bajo el prisma del management.

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La práctica totalidad se han visto obligados a enfrentar incertidumbres abismales, pero la barca de Pedro ha seguido adelante. Los católicos han sufrido por defender su fe. No solo en las persecuciones emprendidas por sanguinarios emperadores romanos o por marxistas, nazis u oportunistas, valga la redundancia.

En épocas cercanas, se han multiplicado las muchedumbres de vándalos incitados por odiadores de la trascendencia. Entre esos momentos, destaca la revolución francesa (1789) y la guerra de España (1936). En esos periodos, fuerzas malignas, sirviéndose de la ignorancia, la bobería, el hambre o la barbarie de gente con parca preparación intelectual y moral, asesinaron a docenas de miles de inocentes que lo único que pretendían era caminar hacia el Cielo.

En “2000 años liderando equipos” (Kolima, 2020) traté colateralmente de unos pocos vicarios de Cristo. EnManagement pontificio” (LID, 2025) centro mi estudio en medio centenar. Añado algunas circunstancias -la Iglesia en Viterbo- o personajes que sin llegar al solio tuvieron relevancia en los pontificados de su época. Entre ellos, Bartolomé Carranza y Ercole Consalvi.

He procurado ser hondamente objetivo. Alabo, en este sentido, el clarividente y acerado juicio de un docente universitario recientemente fallecido que, al ser preguntado por un pontífice cercano, replicó con sagaz ironía repleta de excelsa misericordia:

-Es un párroco despistado, indebidamente ascendido.

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Casi todos los papas han asumido, salvo puntuales excepciones, el propósito de reformar la Iglesia. Si se cambian las personas, pero no las estructuras, el resultado será un fiasco. De igual manera, si se modifican las estructuras, pero no se atiende a la mutación de las almas, el descalabro también estará asegurado. Como he mostrado en “Liderar en un mundo imperfecto” (LID), no existe un momento en el que pueda afirmarse que se ha logrado en plenitud lo que estaba buscándose. Las criaturas humanas somos seres en trámite de mejora hasta que abandonemos la vida mortal.

Algunos presuntos reformadores condenan lo que está sucediendo y pretenden acabar con lo existente de forma violenta. Fue el caso de John Wyclif, Girolamo Savonarola o Martin Lutero. Paralelamente a estos nefandos personajes brillan quienes detallando las patologías ofrecen terapias. Frente a Lutero, por mencionar un caso, hallamos a Ignacio de Loyola. Quienes se limitan a tirar piedras contra lo preexistente quizá desahogan su rabia, pero no aportan. Son grandiosos quienes diagnostican los males de la sociedad y de los conciudadanos, y abren nuevas trochas.

La habilidad directiva de la humildad es ineludible para un directivo. Muchos pontífices la han logrado. Otros han sido impermeables a esa habilidad comportamental, imprescindible para no dañar.

En mi nuevo libro, el lector disfrutará de múltiples enseñanzas. Como en casi la totalidad de mi obra, con el objetivo de contribuir a la mejora del gobierno de personas y organizaciones.

Invito al lector hacia la apasionante aventura de conocer a estas docenas de personajes que tanta influencia han tenido sobre miles de millones a lo largo de los siglos. Desde León I Magno hasta Benedicto XIV se multiplican las enseñanzas sobre los senderos que es aconsejable emprender y aquellos que debemos soslayar camino del más allá.

Cubierta del libro
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