La falta de información y el secretismo conducen a estas cosas. Anteayer nuestro compañero Pedro Ontoso, periodista siempre bien informado, aseguraba, en la noticia que publicó El Correo y otros muchos medios, que José Rico Pavés, el director del secretariado de la comisión episcopal de Doctrina de la Fe, había denegado el 'nihil obstat' al libro de José Antonio Pagola sobre el evangelio de Marcos. Haciéndonos eco de esa noticia, pediamos desde aquí que alguien detuviese el celo inquisidor de Rico Pavés y de sus señoritos (Rouco y Camino).

Ahora, dice monseñor Munilla, obispo de San Sebastián, que el que no ha concedido la autorización eclesiástica para publicar la obra del teólogo donostiarra fue el obispo de Getafe, monseñor López de Andújar. Pues que cada palo aguante su vela. Pero no quito nada del post anterior. Sigo pensando que es necesario que Roma detenga el furor inquisitorial acreditado en otras muchas ocasiones (públicas y privadas) de Rico Pavés, azuzado por Martínez Camino y consentido por el cardenal Rouco Varela.

Por otro lado, hoy mismo tendría que salir a la palestra el obispo de Getafe, monseñor López de Andújar y Canovas del Castillo. Y dar la cara y las explicaciones oportunas. Aunque, como es habitual en nuestros obispos, lo más probable es que dé la callada por respuesta. Siguen considerando a los fieles como menores de edad. Nunca se han tomado en serio a la opinión pública en la Iglesia. Por eso, no dan explicaciones. Y esa actitud, en la época de Internet es demoledora para ellos y, lo que es más grave, para la correcta información del pueblo de Dios.

Que Getafe publique el informe sobre el libro de Pagola. Para que queden claros los errores, las ambigüedades y las herejías (si las hubiese) del teólogo vasco. Y si no las hubiese, que los creyentes sepan cómo se las gastan los censores de la diócesis que rige monseñor López de Andújar.

l Vidal