Cuando nos ronda la tristeza
Enfermos y Debilidad
| José María Lorenzo Amelibia
Cuando nos ronda la tristeza
(Reflexiones diariasa de vida)
A todas las personas nos ronda de vez en cuando la tristeza. Muchos lo tienen muy claro: no se puede andar regateando con estados de ánimo negativos. Es preciso luchar siempre contra la tristeza. El psiquiatra español Enrique Rojas es un profesional de gran prestigio en el mundo. Él afirma que del mal de la tristeza no se puede salir sin ayuda del psiquiatra. Cuando uno se encuentra triste, siempre es por algo concreto que le ha ocurrido, pero cuando la angustia de ánimo es tan profunda y duradera que le impide el desarrollo de la vida ordinaria se da la enfermedad de la depresión.
La depresión puede ser endógena o reactiva. La primera es cuando viene dada por la misma constitución de la persona y suele ser hereditaria. La otra supone una causa que la ha provocado: la pérdida de un ser querido, de un puesto de trabajo, el disgusto por una humillación tremenda… Es de curación más difícil, a no ser que desaparezca la causa que la ha provocado. La endógena es de más fácil curación, pero tiene la contrapartida de que a veces reincide.
Me decía un compañero que había perdido a su mujer: “Mi tendencia y mi “consuelo” es la tristeza; como un “regodearme” en ella; me parece un homenaje que le ofrezco a mi esposa desaparecida”. En este sentido hay muchos que en el fondo no quieren curarse. Pero lamentan su estado de tristeza habitual. Es como un “placer” morboso difícil de explicar. Mi amigo de trabajo sí quiso verse libre de tan mal inquilino y decía: “No puedo permitirme el lujo de caer en la depresión”. Es un paso indispensable para poder curarse.
Lo peor es cuando el enfermo cree que no tiene remedio, y le viene la idea del suicidio y por otra parte se rebela contra su curación medicinal. Es preciso estar muy cerca de él y con mucho tacto hasta que consigamos se acerque al médico.
Lo más absurdo es no buscar remedio; mirarse a sí mismo como un bicho raro; pensar que no tiene remedio. El médico psiquiatra desempeña una función muy importante. La medicina hoy día está muy avanzada y consigue maravillas. Pero es precisa la ayuda de un psicólogo, un amigo o un sacerdote. La persona creyente, ayudada por un director espiritual tiene muchas ventajas. Quien interviene en este tipo de apoyo, ha de exigir a su paciente, que una haya contado todo cuanto le sucede, no ha de volver de continuo a repetir un cada día la misma cantinela. El acompañante o amigo ha de darle remedios, orientaciones, ejercicios que le ayuden a avanzar.
El deprimido que practica su religión se da cuenta de que todo lo que nos sucede en la vida puede cooperar para nuestro bien definitivo. Para muchos ha sido una depresión el comienzo de una vida cristiana más entregada, generosa y perfecta. Se han dado cuenta de que no son el centro del universo; han seguido el criterio de que ayudar a otras personas es la mejor manera de olvidarse de los propios problemas. Tener en cuenta aquello que decía el Corazón de Jesús a un alma santa: “Cuídate tú de mí y de mis cosas que yo me cuidaré de ti y de las tuyas”.
José María Lorenzo Amelibia
Estos son mis referentes
Mi correo es
josemarilorenzo092@gmail.com
Mis libros https://www.amazon.es/s?k=jose+maria+lorenzo+amelibia&crid=3PD8ND9URFL8D&sprefix=%2Caps%2C88&ref=nb_sb_ss_recent_1_0_recent
Mi blog:
https://www.religiondigital.org/secularizados-_mistica_y_obispos/
Mi cuenta en Twitter: https://twitter.com/JosemariLorenz2
Josemari Lorenzo Amelibia
En Facebook:
https://www.facebook.com/josemari.lorenzoamelibia.3