Monseñor Luis Marín presentará en Pamplona el Documento Final del Sínodo el sábado, 25 de enero La Iglesia de Navarra con el Sínodo
"El sínodo de la sinodalidad terminó en octubre pasado, y muchos se preguntan, ¿y, ahora qué? Existe el riesgo de pasar página, de olvidarnos de lo bueno que está aportando a la Iglesia"
"El documento final nos presenta la opción 'Por una iglesia sinodal: comunión, participación y misión'"
"Como iglesia que peregrina en Navarra queremos acoger este Documento como Magisterio del Papa Francisco y también vivirlo en nuestra iglesia diocesana. Para lo cual hemos invitado a monseñor Luis Marín"
"Os invito a todos a participar en el encuentro sinodal del próximo 25 de enero, en nuestro Seminario Conciliar"
"Como iglesia que peregrina en Navarra queremos acoger este Documento como Magisterio del Papa Francisco y también vivirlo en nuestra iglesia diocesana. Para lo cual hemos invitado a monseñor Luis Marín"
"Os invito a todos a participar en el encuentro sinodal del próximo 25 de enero, en nuestro Seminario Conciliar"
Florencio Roselló, arzobispo de Pamplona
El sínodo de la sinodalidad terminó en octubre pasado, y muchos se preguntan, ¿y, ahora qué? Existe el riesgo de pasar página, de olvidarnos de lo bueno que está aportando a la Iglesia. El documento final nos presenta la opción “Por una iglesia sinodal: comunión, participación y misión”. Invitación a participar en una iglesia donde, como nos dice el Papa Francisco, cabemos “todos, todos, todos”.
He escuchado que el documento final no es Magisterio ordinario del Papa, sino que simplemente es un documento que recoge muchas opiniones, de mucha gente, pero que no tiene categoría de Magisterio de la Iglesia. Precisamente el Papa Francisco no ha elaborado una exhortación apostólica ni ningún documento, como suele acostumbrar en estas situaciones, porque en la nota que acompaña a este Documento final dice que “participa del Magisterio ordinario del Sucesor de Pedro y pido que sea acogido como tal”. Este Documento de la Iglesia lo debemos de acoger, creer y testimoniar con nuestra vida.
Personalmente pienso que el primer gran logro del Sínodo fue la amplia participaciónen los grupos de reflexión. Ha sido una experiencia de participación muy rica y variada. Grupos y personas que no habían tenido oportunidad de participar en una experiencia de este tipo, han agradecido la apertura a través del Sínodo. Recuerdo todavía con agrado, que en la primera etapa del Sínodo en España participó mucha gente, entre ellos casi mil presos de las cárceles de España y seiscientos voluntarios. Por mi responsabilidad anterior me tocó coordinar este tema. Presos y voluntarios se sintieron escuchados y valorados, que en ese contexto dice mucho. Personalmente viví una eclesiología real, todos podíamos opinar, también los pobres, y fueron escuchados.
Como iglesia que peregrina en Navarra queremos acoger este Documento como Magisterio del Papa Francisco y también vivirlo en nuestra iglesia diocesana. Para lo cualhemos invitado a Mons. Luis Marín, religioso agustino, Subsecretario del Sínodo de los Obispos, y encargado de coordinar todos los trabajos del Sínodo de la sinodalidad. Ya al inicio del Sínodo nos invitaba a descubrir las bondades de esta experiencia sinodal cuando decía “la sinodalidad forma parte de la naturaleza y misión de la Iglesia”, e invitó encarecidamente a estar abiertos al Espíritu Santo y a “dejarnos sorprender en este proceso sinodal”.
Monseñor Luis Marín estará con nosotros en Pamplona el sábado 25 de enero. El acto se desarrollará en el salón de actos del Seminario, con el siguiente horario:
– A las 10:30 horas: Nos presentará el Documento final del sínodo.
– A las 11:15 horas: Trabajo por grupos de lo expuesto por el ponente.
– A las 12:00 horas: Descanso-café.
– Y a las 12:15 horas: Diálogo con el ponente.
La presencia de Mons. Luis Marín entre nosotros evidencia un doble objetivo. Por un lado, manifestamos la comunión con el Papa Francisco, pues es un Documento con carácter magisterial del Santo Padre. Y por otro, al acoger dicho documento, nos comprometemos a hacerlo vida en nuestras comunidades parroquiales y religiosas; en nuestros grupos y movimientos especializados.
Acoger este Documento final del Sínodo supone:
– Reconocer que los laicos tienen una participación activa en la vida de la Iglesia, en la vida de nuestra Diócesis.
– Salir de nuestros templos, vivirla fuera. Conlleva un compromiso social y político. Es llevar el Evangelio a las realidades sociales, políticas y culturales que nos toca vivir.
– Valorar la diversidad dentro de nuestra Iglesia, respetando las diferentes vocaciones y funciones. Una igualdad que nos viene dada por nuestro bautismo, como recordábamos en la fiesta del bautismo de Jesús.
– Cuidar la formación y acompañamiento de los laicos y de las diversas vocaciones que se dan dentro de la Iglesia.
Querida iglesia que camina en Navarra, el bautismo del Señor me lleva a sentirme uno más entre vosotros y, como decía San Agustín, “con vosotros soy cristiano, para vosotros soy obispo. Os hablo como quien enseña, pero soy al mismo tiempo condiscípulo vuestro en la escuela del único Maestro. Los mismos pastores también somos ovejas”. El Sínodo también ha ayudado a los obispos a valorar a los sacerdotes, a los religiosos y a los laicos como hermanos de bautismo, hermanos en la fe.
Os invito a todos a participar en el encuentro sinodal del próximo 25 de enero, en nuestro Seminario Conciliar. Caminemos sinodalmente donde todos nos sintamos queridos y acogidos. Sueño con una Iglesia que crece en fraternidad, en apertura y en sinodalidad.
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