Entrevista a la secretaria general de Cáritas Diocesana de Barcelona Cristina García: "El trabajo con otras entidades nos permite denunciar mejor las injusticias sociales"

La secretaria general de Cáritas Diocesana de Barcelona, Cristina Garcia, recogió el Premio Antoni M. Oriol, en su primera edición, el pasado jueves por la noche en un acto celebrado en la Sala Jacint Verdaguer del Ateneu Barcelonès. Concedido por la Fundación Dr. Albert Bonet, el reconocimiento pone de relieve el carácter decisivo de la formación de sus agentes en Doctrina social de la Iglesia, que les capacita y envigoriza para la acción social en los ámbitos en que esta organización diocesana trabaja en beneficio de la dignidad humana.

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¿Qué representa para Cáritas Barcelona la obtención de esa distinción?

Este reconocimiento hace valer la labor que Cáritas Barcelona ha desarrollado a lo largo de su historia. Este año celebramos 80 años actuando como manifestación de la acción caritativa y social de la Iglesia diocesana. Cáritas no es sólo una institución de ayuda; es el reflejo de la solidaridad y el compromiso de la comunidad cristiana. Nuestra misión es promover el desarrollo integral de las personas que están en situación de pobreza para que puedan vivir con plena dignidad. Un concepto, este último, que ha sido muy bien definido desde una mirada teológica en esta celebración en la que he recogido, representando a la organización, el Premio Antoni M. Oriol por parte de la Fundación Dr. Albert Bonet.

¿Qué peso tiene la Doctrina Social de la Iglesia en el camino que se realiza desde Cáritas Barcelona?

Los principios de la Doctrina Social de la Iglesia guían nuestro acompañamiento a las personas que viven en situación de exclusión social y fundamentan la formación continua que ofrecemos a todos los miembros de nuestra entidad, desde personas voluntarias hasta personas contratadas. La formación específica que impartimos sobre los principios de esta Doctrina hace comprender mejor lo que inspira y motiva nuestro servicio, y así actuar de acuerdo a nuestros valores, que son la caridad, la dignidad, la fraternidad y la justicia.

Desde Cáritas, ¿han experimentado dolor cuando se encuentran con injusticias que no pueden resolver solos? Y, dígame, ¿es importante, para evitarlo, el trabajo en red y el apoyo de la comunidad religiosa?

Desde Cáritas Barcelona creemos que el trabajo en red es clave. En nuestra misión, existen tres aspectos importantes: la sensibilización de la sociedad, la acción social —aquello por el que más nos conoce la gente— y la denuncia profética de situaciones de injusticia. En los tres aspectos es importante esta cooperación entre entidades, pero sobre todo en el segundo, en el que se atienden a aquellas personas que no son reconocidas por las administraciones —los últimos de los últimos, lo llamaríamos—, y en el tercero, ya que puede resultar más fácil denunciar las injusticias si nos coordinamos con otras entidades que trabajan con el fin que perseguimos.

Este jueves, los obispos catalanes han dado las cifras del impacto social de la Iglesia en Cataluña. Cáritas es el principal exponente. ¿Qué significa para la entidad esta responsabilidad y el hecho de ser una de las vertientes de la Iglesia que despierta mayor credibilidad en la sociedad?

Realizar esta tarea es una gran responsabilidad. Por eso, desde Cáritas velamos por mantener nuestra reputación y tenemos una política de cumplimiento normativo y de transparencia que, para nosotros, es muy importante. Esta herramienta puede ser válida para dar respuestas en casos concretos en los que se pone en duda el papel de Cáritas, como las falsas acusaciones que recibe estos días Cáritas Diocesana de Valencia en torno a la gestión que está realizando en el marco de las inundaciones causadas por la DANA en la Comunidad Valenciana.

Esta herramienta puede ser válida para dar respuestas en casos concretos en los que se pone en duda el papel de Cáritas, como las falsas acusaciones que recibe estos días Cáritas Diocesana de Valencia en torno a la gestión que está realizando en el marco de las inundaciones causadas por la DANA en la Comunidad Valenciana

Allí, como reconocía la directora de Cáritas Valencia, Aurora Aranda, el compromiso con los afectados es firme y constante, con 1125 voluntarios y con presencia en las 73 poblaciones que se han visto perjudicadas, pero también con el apoyo de otras Cáritas de toda España. ¿Es el caso de Cáritas Barcelona también?

Sí, están recibiendo nuestra ayuda también. En Valencia, se está realizando un trabajo extraordinario y muy admirable. Aquí es donde se refleja ese trabajo en red del que hablábamos.

En esta comparecencia de los obispos catalanes, también se destacaba el compromiso y la participación de los laicos, que aportan tiempo y recursos económicos. ¿Cuál es la importancia de este colectivo en Cáritas Barcelona?

Es importante porque tenemos a voluntarios, personas contratadas, socios y donantes que son laicos. Por tanto, en lo que se pueda hacer es clave que haya un trabajo compartido entre el laicado y la Iglesia diocesana.

¿La Doctrina Social de la Iglesia es la gran desconocida?

Creemos que sí. Sin embargo, cuando se conoce a fondo, es capaz de ayudar en el día a día de las personas. Por eso, es significativo que todos aquellos que forman parte de nuestra organización la conciban como fuente de inspiración. Esto les ayudará en su labor y diferenciará a Cáritas Diocesana de otras entidades. Quiero añadir que la labor que realiza la Fundación Dr. Albert Bonet para sensibilizar a la sociedad en relación con esta doctrina nos permite obtener reflexiones sobre la dignidad humana que después impregnamos socialmente de manera más fácil.