El activista fue asesinado por el Clan del Golfo el 21 de abril Manos Unidas, ante el asesinato de Narciso Beleño, líder campesino colombiano

(Manos Unidas).- Manos Unidas se adhiere al comunicado que exige que se ponga fin al horror y sufrimiento de las comunidades que viven y trabajan en la zona bajo el asedio de los grupos armados.

Las organizaciones de la sociedad civil internacional firmantes de este comunicado han emitido una alerta urgente sobre la preocupante situación que enfrentan las comunidades del sur de Bolívar, Colombia:

«Las organizaciones sociales, regionales y nacionales, fondos, programas y organismos de protección internacional en Colombia, así como las ONG internacionales que trabajan en Colombia, rechazan enfáticamente el asesinato de Narciso Beleño, ocurrido en Santa Rosa del sur, el domingo 21 de abril de 2024».

Narciso fue un veterano líder campesino y presidente de la Federación Agrominera del Sur de Bolívar, quien lideró la lucha de las comunidades del sur de Bolívar y Magdalena Medio en sus esfuerzos por lograr una vida digna y libre de violencia. Su trabajo por la construcción de la paz y la justicia social fue incansable, y su muerte deja en un estado de zozobra a quienes habitan el territorio.

Observamos con gran preocupación la situación en la subregión del sur de Bolívar, pues en la última semana y media —según información de organizaciones sociales, redes sociales y autoridades— han sufrido la violenta incursión de las Autodefensas Gaitanistas de Colombia. El asesinato de Narciso se suma a múltiples agresiones, incluidas detenciones arbitrarias de comuneros y asesinatos en los municipios de Morales y Arenal.

El 21 de abril de 2024 —fecha en que Beleño fue asesinado—, aproximadamente 150 personas de las comunidades de la aldea de Micoahumado, y otras aldeas de Morales, fueron desplazadas forzadamente hacia la cabecera municipal de Morales, refugiándose en el centro educativo Vicente Hondarza para proteger su vida e integridad.

Como organizaciones de la sociedad civil colombiana, y organismos internacionales de apoyo, pedimos que se pueda proteger eficazmente a las comunidades del sur de Bolívar, que se garanticen soluciones estructurales para que esta violencia no continúe, que se proteja a los líderes sociales y el derecho a defender derechos y que la participación en el proceso de paz no genere mayor riesgo para las comunidades y sus líderes.

Expresamos nuestro más sentido pésame a la familia, amigos y comunidades de Narciso, que acogieron su obra durante tantos años. Esperamos que este crimen y las miles de agresiones perpetradas en el sur de Bolívar sean investigadas y sancionadas por el sistema judicial, y que se ponga fin al horror y sufrimiento de las comunidades que viven y trabajan bajo el asedio de la criminalidad, con grupos armados que dominan la región.

"Apoyamos las repetidas alertas de la comunidad, los informes de la sociedad civil, las alertas y audiencias de la Defensoría del Pueblo y los continuos llamados de las organizaciones de la sociedad civil ante la desesperada situación que enfrentan las comunidades del sur de Bolívar. Las comunidades de esta región tienen derecho a permanecer en sus territorios y a vivir una vida libre de toda forma de violencia. Tienen derecho a la protección estatal y a la acción de las fuerzas armadas, de las autoridades locales, de la Fiscalía y de los jueces para garantizar que organizaciones armadas ilegales no actúen en este territorio de manera criminal y con total impunidad. Las comunidades del sur de Bolívar tienen derecho a esperar que los actores estatales, en particular las fuerzas armadas, actúen conforme a la ley, y que todos los involucrados en el conflicto armado respeten incondicionalmente las normas y principios del derecho internacional humanitario"

Dada la larga historia de vulnerabilidad de los pueblos de esta región y las décadas de abandono, silencio e ineficacia de las autoridades, el Gobierno del presidente Petro debería liderar una acción estatal coordinada y efectiva para detener la barbarie en este rincón del Magdalena Medio.

El asesinato de Narciso se suma a múltiples agresiones, entre ellas las retenciones arbitrarias de pobladores y asesinatos en los municipios de Morales y Arenal.

Beleño era impulsor de la reforma agraria y había denunciado la presencia del Clan del Golfo en la región del sur de Bolívar.

Paz y justicia social

Narciso Beleño, de 62 años, lideraba la lucha de las comunidades de esa región. Su trabajo por la construcción de paz y justicia social fue incansable:

«Con indescriptible dolor denunciamos el asesinato de nuestro compañero, líder y representante, Narciso Beleño. Esta es una pérdida enorme de una persona que siempre dio todo por este proceso y por el derecho a la vida y la permanencia de sus habitantes. Pedimos verdad y justicia», expresaron desde la Federación Agrominera del Sur de Bolívar.

Manos Unidas está muy presente en la región. En Magdaleno Medio, la ONG trabaja en proyectos de promoción de procesos organizativos, productivos y comunitarios. El objetivo es apoyar a las personas de las comunidades rurales campesinas que han sido víctimas del conflicto armado a través de desplazamientos forzados, el homicidio o la desaparición de miembros de sus familias.