Denuncian los "sesgos xenófobos" de algunos discursos y piden el cierre de los CIE Los obispos ven "inaceptable" que haya cristianos que "utilizan a migrantes o refugiados como arma política"
Migrantes: una realidad que suma 7,5 millones de personas, cerca del 15 % de la población total del país, a los que hay que añadir otros dos millones de niños y niñas, ya nacidos en España (y, por tanto, españoles), pero que sufren los mismos estigmas que sus padres, tíos y abuelos
"La presencia de población migrada no es algo circunstancial, sino que se ha convertido en un rasgo definitorio de nuestra sociedad, en la que la gran mayoría de las personas han venido para quedarse, formando aquí sus familias, desarrollando sus procesos vitales y participando sustan cialmente en la dinámica social de nuestro país"
"Los migrantes no solo no son una amenaza laboral para la ciudadanía española, sino que son un recurso valioso y necesario del que dependemos, sobre todo cuando están laboralmente cualificados"
Lee aquí Comunidades acogedoras y misioneras. Identidad y marco de la pastoral con migrantes
"Los migrantes no solo no son una amenaza laboral para la ciudadanía española, sino que son un recurso valioso y necesario del que dependemos, sobre todo cuando están laboralmente cualificados"
Lee aquí Comunidades acogedoras y misioneras. Identidad y marco de la pastoral con migrantes
“Es hora de continuar y promover una profunda conversión personal, sin la que será inviable la necesaria renovación eclesial. Conversión personal y pastoral, reforma de estructuras: costumbres, estilos, horarios, lenguaje, etc.” Un total de 42 propuestas y buenas prácticas jalonan la exhortación pastoral Comunidades acogedoras y misioneras. Identidad y marco de la pastoral con migrantes, que hoy se ha presentado en Madrid y que resume la acción de la Iglesia española con personas y familias migrantes.
La cultura del encuentro, la búsqueda de una ciudadanía plena, la hospitalidad y, en definitiva, la ‘catolicidad’ son las claves de este documento, que busca aportar un enfoque transversal del trabajo con, desde y para con los migrantes, una realidad que suma 7,5 millones de personas, cerca del 15 % de la población total del país, a los que hay que añadir otros dos millones de niños y niñas, ya nacidos en España (y, por tanto, españoles), pero que sufren los mismos estigmas que sus padres, tíos y abuelos.
"Los migrantes no solo no son una amenaza laboral para la ciudadanía española, sino que son un recurso valioso y necesario del que dependemos, sobre todo cuando están laboralmente cualificados", recalca el documento, que clama por el cierre de los CIE "y, en su caso, la búsqueda de otras alternativas para los casos necesarios".
"Seamos críticos con narrativas que, bien despreocupados por las causas de las migraciones, bien instrumentalizando el sufrimiento, utilizan a los migrantes o refugiados como arma política", reclama el documento.
Terminan las Jornadas de Delegados de #migraciones con el entusiasmo del envío misionero.
— Pastoral Migraciones España (@PMigraciones) April 28, 2024
Seguimos en la tarea de construir comunidades acogedoras pic.twitter.com/rPuKcaKqWJ
Por una pastoral transversal
De hecho, el texto apunta que “ya no habla de pastoral de migraciones o para los migrantes, sino que propone una pastoral transversal con personas migradas, en una Iglesia «en salida» donde cabemos todos, trabajamos por proyectos y aprendemos que la diversidad cultural nos hace vivir mejor la catolicidad y fraternidad que ofrecemos a nuestros conciudadanos como signo de esperanza que prepara y anuncia el reino de Dios”.
Todo ello en un contexto en el que “los discursos y narrativas que escuchamos en torno a la realidad de la migración están a menudo teñidos de sesgos de diferentes tonos”, denuncia la exhortación, que lamenta una realidad marcada por blancos y negros, “desde generalizar situaciones particulares y locales al conjunto de la realidad de la migración, en realidad muy plural, hasta aquellos sesgos orientados a la obtención de réditos políticos de uno u otro signo”.
#EFEFotos | Agotados, empapados, con los ojos cuajados de salitre... Así han llegado a tierra los 60 ocupantes del último cayuco rescatado en la #RutaCanaria, localizado a 22 kilómetros de Arguineguín (#GranCanaria).
— EFE Canarias (@EFE_Canarias) May 2, 2024
📸 EFE/Ángel Medina pic.twitter.com/hl8xM6s62i
Tras hacer un análisis de la migración en España, las razones para la migración y su distinta integración en función del lugar donde recalen (no es lo mismo grandes urbes que la España vaciada), la exhortación defiende que “la población de origen inmigrante está fuertemente arraigada en España”, con más de diez años de permanencia en nuestro país. “La presencia de población migrada no es algo circunstancial, sino que se ha convertido en un rasgo definitorio de nuestra sociedad, en la que la gran mayoría de las personas han venido para quedarse, formando aquí sus familias, desarrollando sus procesos vitales y participando sustan cialmente en la dinámica social de nuestro país. La sociedad española se ha transformado así en una sociedad más diversa en sus procedencias geográficas y culturales, pero también en sus raíces religiosas (católicos, protestantes, ortodoxos, musulmanes, etc.), un aspecto fundamental que tener en cuenta de cara a una acción pastoral que quiera ser realmente misionera y evangelizadora, que va siendo cada vez más fermento y parábola de interculturalidad".
Una mirada católica de la migración
A partir de la realidad, los obispos apuestan por una “mirada católica” de la migración, que impregne la pastoral en parroquias y comunidades, planteando varios criterios básicos: el derecho a no tener que migrar, el derecho a migrar y a la ciudadanía mundial, la necesidad de una autoridad mundial, la importancia de la dimensión católica de la Iglesia y el desarrollo en cada pastoral de ese pueblo de Dios que es «católico», así se desarrolla en cada pastoral, el horizonte de la cultura del encuentro. “Se trata también de hacer una pastoral donde la diversidad en armonía sea el modo de caminar juntos”, recalca el texto.
El documento apuesta por “trabajar en procesos y por proyectos”, porque “no podemos conformarnos con ir tirando o tapando agujeros”, admite la Iglesia española, que pide pasar “de las ideologías a poner a las personas y sus preocupaciones en el centro”.
Y es que “la Iglesia tiene que ser una casa acogedora, con las puertas siempre abiertas”, señala el texto, que invita a “evitar reducir la acogida simplemente a tener las puertas abiertas y esperar a que los migrantes entren o a entender «acogida» como «asimilación»”.
Propuestas y buenas prácticas
La parte del león del documento está en las ‘propuestas y buenas prácticas”, que afectan tanto a las comunidades parroquiales como a los departamentos de migraciones de las diócesis y la propia CEE, así como a toda la acción socio-caritativa, educativa y comunicativa de la Iglesia, con la idea de “ser parte de las narraciones positivas y el servicio a la verdad”.
De ahí, el llamamiento, que se produce muy cerca de las elecciones europeas del 9 de junio, a los fieles a “reconocer con lucidez las implicaciones entre la ideología y la mirada de la fe, porque muchas veces la primera condiciona y contamina a la segunda”. “Es inaceptable que los cristianos compartan esta mentalidad y estas actitudes, haciendo prevalecer a veces ciertas preferencias políticas por encima de las hondas convicciones de la propia fe: la inalienable dignidad de cada persona humana más allá de su origen, color o religión, y la ley suprema del amor fraterno”, se lee en el documento, que toma la cita de Fratelli Tutti.
En cuanto a los “signos de esperanza”, los obispos destacan la necesidad del trabajo en red, como un modo de “crecer en comunión y sinodalidad”, también, en la cuestión migratoria. Y algunas realidades ya existentes, y que funcionan, como las Mesas de Migraciones, la Mesa del Mundo Rural, los corredores de hospitalidad, la Guía de recursos para migrantes o proyectos como Hospitalidad Atlántica, Círculos del Silencio o la lucha contra el tráfico de seres humanos.
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