Religión: El gran problema social y educativo




Con fecha 13 de abril de 2015, el todavía Partido Socialista Obrero Español (PSOE), con los estertores propios de un coma inducido, ha firmado un “acuerdo de compromiso programático” en el ámbito educativo en el que, dicen, llevan meses reuniéndose con distintos colectivos de profesores, padres y alumnos para configurar un nuevo horizonte, en fechas tan impropias para ello por la coincidencia electoral y por aquello del populismo que no es más que un procedimiento político demagógico al que se ha afiliado el todavía PSOE.

Más allá de las distintas propuestas pactadas con colectivos que no representan al conjunto de la sociedad española, sino a una porción desvencijada y tantas veces excluyente, el flamante Secretario General del todavía PSOE, se ha comprometido ante la comunidad educativa (sic), entre otras cosas, a quitar la Religión del currículo de los alumnos, sin que ahora entremos a valorar la posible recuperación de la asignatura de Educación para la Ciudadanía.


Es una medida que en cada periodo electoral el todavía PSOE bruñe hasta el esplendor con monótona reincidencia, obviando que los Acuerdos internacionales se firman y también se modifican por acuerdo entre las partes y no de manera unilateral.


Pero lo más importante del ínclito y “atractivo” Pedro Sánchez, es que como en una revelación adornada con misteriosas dosis de creatividad ha descubierto y proclamado la laicidad del Estado y ha individualizado de una vez por todas, el gran problema de nuestro país: la libre elección de la religión en la escuela pública.





No es la corrupción que campa a sus anchas en el todavía PSOE y en otros partidos, o en algunos de los sindicatos que apoyan el citado compromiso programático, no es el desempleo y la precariedad, los desahucios, las grandes desigualdades cada día más acentuadas, el hambre y la reforma laboral que el todavía PSOE promete revertir olvidando que fueron los primeros en suscribir la pérdida de derechos de los trabajadores en la propia de 1994. No, todo ello es secundario comparado con el descubrimiento de la piedra filosofal y la solución final: Acabar con la religión y el despido de 15.000 trabajadores - profesores de religión de la escuela pública.



Pedro Sánchez y el todavía PSOE, no se ha comprometido a asumir responsabilidades en un improbable Gobierno de España, obligando legislativamente a realizar a los profesores de religión un concurso o concurso oposición para alcanzar la fijeza como otros empleados públicos; no se ha comprometido a buscar salidas dignas al colectivo de docentes de religión; no se ha comprometido a crear una asignatura de Fenomenología o Historia de las Religiones que eduque y forme al alumnado en conocimientos y actitudes cada día más necesarias; no se ha comprometido a estudiar la situación de la religión en nuestro entorno europeo, incluso como en Finlandia con los mejores resultados PISA, que tiene una asignatura de Religión obligatoria, con Ética como alternativa y a elección de los padres; no, el único compromiso para sentirse de izquierda, progresista y moderno, aunque luego se viva y se desee como un burgués, es atacar a la religión y a sus docentes, por lo que no tiene reparo, el todavía PSOE, en volcar su progresía indolente y “coger la calle de en medio”: despido.




No puedo pasar por alto la gracia que tienen los que sostienen que no se puede pagar con dinero público la religión en los centros públicos, que quieren circunscribir a lo privado, y que llaman adoctrinamiento, pero no tienen prejuicio alguno para recibir ingentes subvenciones del Estado o CCAA: Partidos políticos de los presupuestos generales; sindicatos y patronales de los presupuestos, Convenios y Acuerdos colectivos y otras partidas (tarjetas black, locales sindicales con teléfono y material de oficina, ERES, formación, liberados sindicales, etc.); Asociaciones de Madres y Padres con subvenciones “ad hoc”; así como muchas asociaciones o fundaciones de los propios partidos en el poder y en sus aledaños.


Veremos si puede y quiere, finalmente, hacer lo que ahora, en periodo electoral promete. Pero desde luego, y en ese caso, nos tendrá enfrente.

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