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He escrito cientos de veces que la pedofilia es uno de los crímenes más horrendos e imperdonables que un ser humano pude cometer. Ya venga de sus familiares cercanos, que es el tanto por ciento más alto, ya sea por extraños y no digamos por un sacerdote. Que toda la justicia caiga sobre sus cabezas. Pero otra cosa que me disgusta y me enfurece es la generalización. Es decir, si aparece un caso de pedofilia en un club de entrenamiento, ya todos los entrenadores de niños son pedófilos. Si sucede un caso en un colegio, ya todos los profesores son pedófilos. Esto es algo absolutamente inaceptable. Si sucede algún caso con algún sacerdote -que han sucedido- todos los sacerdotes son pedófilos. ¡Venga ya! Y se va extendiendo está mentalidad de manera imparable. Voy a tener que tomar precauciones a la hora de decir que soy cura porque muchos pueden verme cara de pedófilo.
Pues bien, acabo de saber que el famoso político Echenique, este argentino vividor de la política española, ha dicho exactamente esto, el día 10 de mayo en su cuenta de X: «Estadísticamente, es mucho más probable que un sacerdote cometa un delito de agresión sexual contra menores de edad que delinca una persona migrante». «Desde el punto de vista de la seguridad ciudadana, sería más eficaz deportar sacerdotes que endurecer la política migratoria»
Se ha despachado tan a gusto. Esto solo puede explicarse porque es una mala persona y segrega mala baba o porque su fanatismo ideológico es tan grande que ya no tiene capacidad de discernimiento. Solo piensa con sus vísceras. ¡Y hay tanta agente así...¡
Pues no, señor Echenique, ser sacerdote no tiene nada que ver con ser pedófilo. Hay muchos sacerdotes, centenares, miles, con mucha más categoría humana que usted. En sus servicios a la gente, entregados a los más pobres, sirviendo a los vulnerables; no les llega usted ni al tobillo. Y lo mejor que podía hacer es callarse porque parece usted una combinación de boca y patas, cada vez que abre la boca, mete la pata.
Parece ser que alguna organización va a demandar a este señor por estas desafortunadas declaraciones y yo me alegraré de que le declaren culpable por difamar y la gente de este país, donde tan bien le ha ido, sepa de qué calaña es usted. Suspenso.