#sentipensares Sólo yo pude escapar para contártelo. Job 1,1ss
| Luz Mery Bermeo de los Ríos
Sólo yo pude escapar para contártelo. Job 1,1ss
Cuando miro atrás y puedo constatar que, por gracia de Dios, sólo yo pude escapar para contártelo. Quiero plasmar una de las semanas más difíciles en mi historia cercana y lo hago siguiendo a Job 1,1ss (el cual te invito a leer antes de continuar con el texto)
Satán le respondió: ¿Y crees tú que su religión es desinteresada? ¡Si tú mismo lo has cercado y protegido, a él, a su hogar y todo lo suyo! Has bendecido sus trabajos, y sus rebaños se ensanchan por el país. Pero tócalo, daña sus posesiones, y te apuesto a que te maldice en tu cara. El Señor le dijo: —Haz lo que quieras con sus cosas, pero a él no lo toques. (Job 1,9-12)
Los versículos del 13 al 22 se van a enmarcar en dos estribillos: uno de apertura: No había acabado de hablar, cuando llegó otro y dijo… Y uno de cierre: Sólo yo pude escapar para contártelo. Y prácticamente, en los mismos términos se dieron las cosas en nuestra vida.
El día lunes 24 de junio, al iniciar la semana, me escribió mi prima Rocío, para decirme: “mi papá está agonizando.” El tío Tiodulo, fue como un papá para mi papá y una persona muy significativa en nuestra vida. El martes 25 de junio, la familia se reunía para enterrarlo y Sólo yo pude escapar para contártelo.
El miércoles 26 de junio, mientras mis papás viajaban a visitar al tío Hugo, hermano de mi mamá, que se encontraba hospitalizado y próximo a una cirugía de corazón, bien delicada, mi cuñada llamó a mi hermana para decirle que a mi hermano le había estallado un artefacto en la mano y que no sabíamos cuál era la gravedad de las heridas. Y Sólo yo pude escapar para contártelo.
El jueves 27 de junio, mi hermano salía de cirugía y a mi tío lo entraban a cirugía. Pasamos todo el día esperando noticias del tío Hugo; sabíamos que la intervención sería larga y delicada. Mientras tanto, inicié el viaje a Bogotá para acompañar a mi hermano en el Hospital Militar y apoyar a mi cuñada en su cuidado. Estando de camino, me dijo mi hermanita: “mi tío no resistió” y una vez más se me derrumbaba en alma y Sólo yo pude escapar para contártelo.
El sábado 29 de junio se reunió la familia para darle el último adiós a al tío y en las horas de la noche me informaban que habían apuñalado a dos de los primos que llegaron, después de muchos años de no venir al pueblo. Y Sólo yo pude escapar para contártelo.
Y aun cuando el dolor parecía no separarse de nuestras vidas, Sólo yo pude escapar para contarte como fue que Dios nos sostuvo, nos hizo fuetes y unidos; nos presentó a personas bonitas que nos acompañaron, nos cuidaron, nos transportaron, nos ofrecieron hospedaje; Viví en un cantón militar y conocí al grupo de compañeros de mi hermano de la AFEAU: Agrupación de Fuerzas Especiales Antiterroristas Urbanas. Recibí visitas, regalos, palabras de aliento, mensajes, cuidados directos e indirectos de muchas personas.
Mi hermano se fue recuperando satisfactoriamente y pude viajar a la casa, saludar a la familia y compartir un poco todo esto que nos había sucedido. Cuando le dije a mi hermana que con todo lo vivido en esos días podía escribir un libro, ella me dijo: “esperemos a ver el para qué de todo esto.” Y ahora, cuando miró desde la distancia, solo puedo agradecer a Dios porque todo pasa y unirme con fuerza a la oración propuesta por Santa Teresa.
NADA TE TURBE
Nada te turbe, nada te espante todo se pasa, Dios no se muda, la paciencia todo lo alcanza, quien a Dios tiene nada le falta sólo Dios basta.
Tal vez ahora seas tú quien esté pasando por una situación difícil. Te ofrezco mi oración y te aseguro que con la gracia de Dios todo pasa y, si deseas, puedes contarme: ¿de qué has escapado?