Entré en el blog para curiosear y leer la aportación de Carmiña y me dejé conmover por ese
sentir suyo de hacer frente al dolor humano propio ya ajeno; empatizar con él. Al dolor lo
tenemos mucho más cerca de lo que creemos.
Y sin embargo, yo deseo también trascender a él. Servirme de estos días de recogimiento y
encuentro para volver un año más a dar sentido a esas palabras suyas en mi vida, a veces,
perdida y desorientada:
“Haced esto en recuerdo mio”…
“Si el grano de trigo no muere, no da fruto”…
“Estaré con vosotros siempre…no temáis”…
“Seguidme y os haré pescadores de hombres…”
Y tantas otras que resuenan en mi cabeza y en mi corazón.
Hoy para mí, es tiempo también de esperanza, de acogida, de renovación del Mensaje para
hacerlo actual y cercano a nuestro cada día. Tiempo de despertar a ese Amor Suyo
incondicional y libre de prejuicios, universal, que nos hace libres y con el corazón siempre
abierto. Me quedo con esto en el día de hoy.
Gerena-Sevilla-España