¿Adviento?

Adviento: tiempo de esperanza… hemos repetido esta frase hasta la saciedad años tras año, pero este 2009 tiene otra connotación, situándonos ante una realidad diferente que no teníamos el año pasado. La palabra “crisis” parece adueñarse de nuestras vidas en todos los sentidos, pero en medio de todo, no podemos quedarnos ahí contemplando la situación. Tenemos que ser capaces de poner la mirada en el mañana más que en el ayer y este tiempo nos tiene que llevar a eso, a sentir un gozo y sensibilidad especial ante el nacimiento del Niño Dios, siendo capaces de vibrar con algo que casi tocamos con nuestras propias manos: La presencia liberadora de Dios en nuestras vidas. Ello nos tiene que ayudar a despertar a la verdadera realidad, sentirnos conquistados por Dios, abrir los ojos y descubrir que NUNCA se muda. Aprender a verle, oírle, sentirle… pero ¿Dónde, cómo?, en el hermano que te tiende la mano pidiéndote pan, en el que viene arriesgando su vida cruzando el Atlántico, en el que están a punto de desahuciarle porque no puede pagar su temida hipoteca o alquiler … Ahí está Él y sólo desde ahí podremos llegar a Él.
El Adviento no es sólo un tiempo Litúrgico donde la Iglesia cambia el color verde por el morado, es un cambio de vida. Es algo que si no sabemos vivir, sino sentimos en lo más hondo de nosotros, sino somos capaces de mirar lo que vendrá e iluminará nuestra vida, entonces, por mucho que queramos, nunca llegará a ser Adviento de verdad.
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