Aprendamos a valorar lo que merece la pena
| Ana Bou
A lo largo de nuestra vida seguro que nos hemos encontrado con personas, situaciones o momentos en los que no merece la pena pararse ni sufrir. Aprendes que hay momentos en nuestro caminar, que es necesario pararse y poner en una balanza aquello por lo que estoy dispuest@ a seguir, a depositar toda mi energía y a dejar a un lado lo que nos estorba para crecer, lo que nos ahoga. Todos conocemos la parábola de la cizaña y el trigo (Mt 12,24-30). Nos encontramos con personas a las que creíamos compañer@s de camino y un buen día, descubres que sus buenas palabras y amabilidad son producto de esa cizaña a veces difícil de ver y cortar, pero que hay que saber hacerlo aunque duela.
Siempre hay una época de siega en la vida y es ahí es cuando, hay que corta aquello que no nos deja caminar y crecer como personas.
Cuando esto sucede, cuando somos conscientes de lo que tenemos delante o a quien tenemos. Cuando caemos en la cuenta, y aprendemos hacerlo, es cuando nuestro horizonte se abre. Entonces comenzamos a ver y a vivir de manera diferente. Dejamos de autoengañarnos y a dejar a un lado ese sufrimiento inútil .A dar valor a lo que verdaderamente merece la pena, a poner el acento de nuestra vida en personas y situaciones que de verdad, nos ayuden a crecer, desechando lo que creíamos o parecía ser esa espiga o trigo, pero que no lo era y empieza a pasar a un segundo plano de nuestra vida.
Si somos capaces de hacer esto, puede que empecemos a tener un mayor equilibrio en nuestro ser interior, que aprendamos a que nos afecten menos las cosas que quizá antes las considerábamos como prioritarias y consigamos una mayor paz interior.