¡Aprender a Vivir!

Qué difícil es hacerlo en momentos determinados de la vida… sobre todo cuando te la cortan de raíz, cuando en cuestión de segundos todo cambia y deja de ser vida para convertirse en una auténtica pesadilla.
Sé que es muy fácil “entre comillas” escribir o hablar desde fuera, cuando uno no pasa por determinadas circunstancias. Pero tenemos que aprender, aunque sea a fuerza de golpes, ya no a vivir, sino a sobrevivir que es aún peor… e intentar que la paz de la forma más serena posible acampe en nuestra propia vida.
Comprender de alguna forma que ni la muerte ni el egoísmo pueden apagar el aliento de Dios en el mundo. Tenemos que intentar vivir desde una confianza y seguridad que si de verdad somos capaces de sentirla, nadie nos la podrá arrebatar, y desde ahí, no dejemos de trabajar y caminar para poder vencer en la batalla de la vida.
Sé que hay pocos motivos para la esperanza y más en estos momentos, pero quizá sea ahora cuando más nos tenemos que esforzar en encontrarlos, recordad que estamos en las puertas del Adviento. Creo que merece la pena intentarlo…
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