Celebramos el 62 Aniversario de la Declaración Universal de los Derechos Humanos.
Corría el año 1948 cuando se decide elaborar una serie de derechos para la defensa de las personas, algo que hoy día, la mayoría de las veces no son respetados, Se quebrantados y exigidos en este primer mundo, pero olvidados o desconocidos en el resto del planeta.
Cualquier derecho lleva consigo un deber, el que tenemos de darlos a conocer y potenciarlos entre otras cosas.
Nos encontramos con más de dos millones de personas que mueren de hambre cada día y ante esto tenemos que hacer algo. Es obligación de todos enfrentarnos con fuerza y responsabilidad para fortalecer la y dignidad de las personas.
Uno de los artículos, concretamente el nº 5 explicita: “nadie estará sometido a esclavitud, ésta y la trata de esclavos están prohibidos en todas sus formas. Nadie será sometido a torturas n a penas o tratos crueles, inhumanos o degradantes”.La Iglesia también se pronuncia ante ello, aunque al principio con timidez. El catecismo de 1992 en el nº 2267 se opone con precaución a la pena de muerte, con el tiempo Juan Pablo II comienza a ser algo más claro y tajante hasta 1999 cuando declara: “la pena de muerte es inútil, cruel y sin sentido” a raíz de esto, ediciones posteriores del catecismo han tenido que ser modificadas para estar a la altura de las declaraciones del Papa.
62 años después, se siguen constatando violaciones de estos derechos con diferencias notables entre quienes tienen de sobra y quienes carecen de lo más necesario convirtiéndose en normal la violación de estos derechos.
Hay quienes dicen que para garantizar la seguridad y salvar la economía “es inevitable pagar el precio de algunas violaciones de derechos” ¿estamos de acuerdo? ¿Qué deberíamos de cambiar para fomentar redes de justicia que potencien los derechos humanos en nuestro entorno? ¿Qué me impide personalmente hacerlo?...
Parece que la codicia ha envenenado el alma de las personas…
Es importante que trabajemos por un mundo más equilibrado en el que el progreso nos lleve A TODOS a la felicidad.
