Dar esperanza en la tristeza

Dar esperanza en la tristeza
Dar esperanza en la tristeza

Un año más, el día 11, festividad de Ntra. Sra. De Lourdes, celebramos el día mundial del enfermo.

Estamos en el año de la Esperanza y creo, que el lema escogido no podría ser mejor, pero a la vez, si lo leemos y reflexionamos desde la oración, nos daremos cuenta, de lo difícil que es mantener la esperanza en medio del dolor, de la tristeza, de estar postrados en una cama un día y otro…

Acompañar en la enfermedad no es fácil, ni para el que sufre, ni para la persona que está junto a la cama. Ver sufrir cada día a quienes quieres, va haciendo mella en el interior por la impotencia de no saber qué hacer, cómo aliviar ese sufrimiento… No olvidemos que cuando alguien experimenta la fragilidad, tu propia fragilidad, entonces aparecen los miedos, las preguntas sin respuesta.

Las personas de fe intentan, porque no siempre se puede, volver la mirada a Dios, y si les es posible, encontrarse con Él. Mt nos recuerda las palabras de Jesús: “Venid a mí todos los que estáis cansados y agobiados y yo os aliviaré” (11-28). Esto es un don que no toda persona en el lecho del dolor sabe y puede entender, pero, y los que no tienen fe, ¿cómo viven su enfermedad, qué o quien les sostiene? Eso sí es difícil…por eso el cuidador/a creo que tiene un papel muy importante, y es ayudar al enfermo a entender que la enfermedad, por más dura que sea, es una oportunidad de encuentro con el Señor. Y digo encuentro, no castigo, como a veces creemos...

Los momentos malos de la vida, de fragilidad, de ya no ser tú, de tener que dejar que sea el otro el que te lleve y vista, son necesarios para darnos cuenta de lo que verdaderamente merece la pena en este mundo y no perder el tiempo en el tener, aparentar, etc., porque esto no nos conduce a ningún sitio, pero sí, es el momento de aprender a ser humildes y volver la mirada a Dios.

“Dar esperanza en la tristeza”, en el dolor. Eso es una labor muy importante para las personas que acompañan, para los que están cerca. ¡Cuánta soledad de personas ancianas, enfermas que viven solas en sus casas esperando que alguien llame a la puerta!… “Estuve enfermo y me visitasteis” (Mt 25,36). Herman@s no podemos curar, pero sí cuidar, consolar, estar, simplemente estar… algo tan sencillo, pero a la vez, tan grande.

No olvidemos el lema de esté año: DAR ESPERANZA EN LA TRISTEZA.

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