Sacrificios sin sentido

Sacrificios sin sentido
Sacrificios sin sentido

He elegido ese título que da paso a este compartir porque parece que la Cuaresma nos lleva a eso: penitencia, dolor, sacrificios, no comer carne, etc, etc… y todo eso, había que ofrecerlo por el Señor. Los que tenéis más edad, seguro que sabéis de esto mucho más que yo.

Pero con alegría, tengo que decir, que ese tipo de penitencias o sacrificios, empiezan ya a formar parte del pasado, excepto en las personas de avanzada edad quizá solo por educación familiar.

Creo que empezamos a darnos cuenta de que el Señor no nos pide ese tipo de cuentas o sacrificios o no sé cómo llamarlo. No es ese “ojo” que todo lo ve y que castiga, que decían antes, porque, Él no pide ese tipo de sacrificios sin sentido alguno. Era como vivir ese tipo de Cuaresma cara al exterior, pero nuestro ser va mas allá de comer carne o beber vino.

La Cuaresma tiene otro sentido, aunque nos gusta coger el camino más fácil, el que no cuesta. Pero no olvidemos que es un tiempo para dejar de ser “yo” en primera persona, tiempo de abrir los ojos del corazón, de vaciarnos de nosotros para empezar a poner por delante el “tu”, tiempo de descubrir la realidad que nos rodea, esa que siempre nos pasa desaperciba. Tiempo de dejar de hablar y guardar silencio, de aprender a escuchar, de llenarnos de la Misericordia de Dios, de abrirnos a su confianza y caminar junto a Él. Pero caminar junto a Él, significa caminar junto al hermano, ( Mt, 25)… algo que tanto nos cuesta…

La Cuaresma no es un camino de cruz, ni de muerte. Eso no nos conduce a nada, si no somos capaces de entender, que la muerte nos lleva a la vida.

Aprendamos a darle un sentido de conversión, de apertura y confianza en ese amor misericordioso. Que Él nos vaya transformando internamente y evitaremos “sacrificios sin sentido”.

Volver arriba