Queridas amigas y amigos que habéis querido compartir conmigo este 2021: gracias por estar ahí. Mi deseo a lo largo de este año ha sido que este minuto sea, a la vez, un poco vuestro y mío.
Las prisas son nuestra compañera de vida, de ahí el nombre “Un minuto para el encuentro”; por eso intento no alargarme, porque creo que lo largo siempre es más pesado.
Cuando intentaba un poco hacer balance del año, lo primero que he hecho ha sido dar gracias a Dios por la vida, por toda ella. Es verdad que no ha sido un año como el anterior, porque la Covid sigue sin querer abandonarnos; siempre ha habido momentos buenos y otros no tanto, pero por muy oscura que fuese la noche, siempre he encontrado un rayo de sol esperándome. He intentado descubrir sus huellas discretas en el silencio, en lo cotidiano de mis días, en un gesto sencillo, una mirada, una palabra…, aunque tengo que confesar que no siempre me ha resultado fácil, porque la vida a veces se complica o nos la complicamos nosotros.
Pero quiero seguir caminando con esperanza, aunque vuelva a tropezar en las mismas piedras, intentando dejarme moldear por Él. Te doy las gracias también a ti por estar ahí, como Él, en silencio, pero estáis…
Este nuevo año que pronto dará comienzo, pido a Dios que me siga enseñando a servirle en aquellas personas que irá poniendo en mi vida a lo largo de él.
No olvidemos que tenemos un nuevo año para amar y ser amados.
FELIZ 2022 para tod@s