Los sueños también pueden ser deseos y quizá dejar de serlo pasando a formar parte de una realidad cotidiana. Para alcanzar dichos sueños y deseos, no dejemos de trabajar, de poner toda nuestra energía, dejando a un lado los miedos e inseguridades que desvían nuestro camino…
Nos sentimos más seguros tocando suelo, terreno conocido, por lo que pueda pasar…
Hay personas que se sienten tan apegadas a lo que tienen que les resulta casi imposible salir de ahí, o incluso soñar…
Son personas con un ego fuerte, demasiado racionales y equilibradas sin ser capaces de encontrar una motivación lo suficientemente importante como para salir de esa espiral.
Cada uno somos conscientes de nuestras limitaciones, pero tenemos sueños, metas que alcanzar, encuentros que producirse y el deseo de alcanzarlas es lo que nos invita a saltar, a soñar, a salir de esa crisálida y mirar más allá.
¿Alguna vez te has sentido así y has intentado dar el salto?