¿Quienes son de verdad pobres de Espíritu?

Hay una Bienaventuranza y cita del Evangelio que todos conocemos y que hoy quiero recordar aquí:
“Bienaventurados los pobres de Espíritu porque de ellos es el Reino de los cielos” (Mt 5,1)
¡Cuántas veces nos levantamos por la mañana y parece que el día se convierte en una mera rutina, donde parece que todo es igual….!
Pero si pensásemos un poco, no todo es igual. Cada día nos encontramos con diferentes personas, conversaciones, gestos que aunque parezcan igual, no lo son. La vida nos va poniendo delante personas, acontecimientos que hoy son y están pero mañana no. Pero lo importante es que seamos capaces de dejar una huella detrás de nosotros. Una huella en recuerdo de los que nos conocen y a la vez ser capaces de llevarnos con nosotros personas, recuerdos que dejamos sembrado.
A veces hay personas que pasan por nuestro lado y que la sensación que nos dejan es de vacío, incomprensión, dolor, tristeza, etc y cuando recordamos a esas personas, inmediatamente es ese sentimiento lo que nos viene a la cabeza.
Que no seamos nosotros uno de esos que cuando alguien pronuncie nuestro nombre cree un mal sabor de boca…
En este momento el mundo nos grita a que seamos capaces de vaciarnos de nosotros y saber dar lo mejor a quienes más cerca tenemos.
Recordad cómo he empezado esta reflexión: Bienaventurados los pobres de Espíritu… Todos sabemos lo que en este contexto significa la palabra “pobres”…
Volver arriba