Con motivo del tercer domingo de junio, Día de los padres en Cuba, los obispos católicos de la isla decidieron mandar un mensaje a todas las familias. La misiva comienza dando gracias a Dios por los cubanos que se preocupan por el prójimo y enumeran los roles de varios miembros de un hogar y su importancia para el sostenimiento de la institución más importante de la sociedad. También, reconocen las leyes promulgadas en el país para salvaguardar los derechos de la mujer trabajadora y destacan los logros alcanzados por el sistema en cuanto a reducción de la mortalidad infantil, proceso de vacunación poblacional, atención médica, educación gratuita, entre otras.

Después de esta introducción el documento afirma que: “No podemos dejar de reconocer con pesar que las familias cubanas vienen sufriendo diversos embates, encontrar el alimento diario se ha hecho cada vez más difícil, se pierde un tiempo precioso en las colas, con grandes riesgos de posible contagio con el COVID- 19, escasean las medicinas necesarias, han aumentado de modo considerable los precios de los servicios básicos, y el salario sigue sin alcanzar para que tantos vivan con dignidad. El desaliento y la incertidumbre respecto al futuro provoca el deseo de emigrar, sobre todo en los jóvenes, hipotecando el futuro de Cuba”.

Ideología de género y educación

 En el final del mensaje publicado se aborda en varios puntos una crítica del episcopado  de la Resolución 16 promulgada por el Ministerio de Educación de Cuba que lleva por título: “Programa de género y derechos sexuales y reproductivos en Sistema Nacional de Educación”. El documento, como bien reconocen los prelados en su escrito, desde su salida ha generado un sinnúmero de  declaraciones e inquietudes dentro de la sociedad. Los obispos cubanos consideran que la normativa está permeada por la influencia de la llamada ideología de género y demandan que el estado reconsidere el contenido de la resolución por no tener derecho a la educación sexual de sus hijos.

 La nota termina con una felicitación a los padres en su día y  encomienda a las familias a la Virgen del Cobre patrona de Cuba. El debate con respecto a la citada resolución de a poco va tomando fuerza dentro de la sociedad civil cubana - los primeros en reaccionar a su contenido fueron iglesias protestantes catalogadas por la comunidad LGTBIQ de fundamentalista- pues el mismo acompaña el proceso ya anunciado por el gobierno de un plebiscito para votar por un nuevo código de familia. Dentro de la propia Iglesia en Cuba hay diversas opiniones con respecto al contenido del documento, pero el grueso de los católicos apoya las ideas esbozadas por los obispos con respecto al abordaje de la ideología de género.