En un mensaje enviado al párroco y dirigido a todo el pueblo Benedicto XVI recuerda con afecto su visita a Romano Canavese hace 10 años
En la memoria del pueblo piamontés, reunido para festejar el décimo aniversario de esta visita, perdura todavía el agradecimiento de Benedicto
| Vatican News
(Sofía Lobos, Vatican News).- Se cumplen 10 años de la visita de Benedicto XVI al pueblo piamontés, Romano Canavese, en la diócesis de Ivrea. Un momento que el Papa emérito ha recordado con afecto a través de un mensaje enviado al párroco en el que expresa su agradecimiento por la "alegre acogida" que recibió en 2009.
El recuerdo de una alegre visita
En aquel entonces, tras finalizar su estancia veraniega en Les Combes (Valle de Aosta), Benedicto se encontró con una población alegre procedente de varias localidades de Canavese, área marcada por la crisis económica y entregada ante la presencia del Pontífice que acababa de dar a la Iglesia su valiente encíclica: "Caritas in veritate".
10 años después, la celebración eucarística conmemorativa de aquella visita pastoral fue presidida por el Cardenal Tarcisio Bertone, oriundo de esta localidad y Secretario de Estado Emérito, acompañado por el Obispo de Ivrea, Mons. Edoardo Cerrato, y por el párroco Don Jacek Peleszyk, que ya había recibido al Papa Benedicto XVI en 2009.
El Papa emérito "recuerda con placer aquel día de celebración" y de acogida, pese a que Canavese está marcada por la crisis económica
Mensaje de Benedicto XVI
En su mensaje enviado al párroco y dirigido a todo el pueblo reunido para festejar el décimo aniversario de esta visita que perdura todavía en la memoria y en el corazón de sus ciudadanos, Benedicto expresa que "recuerda con placer aquel día de celebración y les agradezco una vez más la alegre acogida que me dieron". «El nombre de vuestro pueblo recuerda los lazos de hace dos mil años de Canavese con Roma. La fe cristiana ha marcado su larga historia y la imponente iglesia parroquial es prueba de ello. Espero que continúen llenándose de los valores fundamentales que han alimentado a sus conciudadanos y movilizando todas las energías positivas para darles seguridad y esperanza en este difícil momento del contexto social y cultural. Con mi oración os encomiendo a la protección maternal de María y de vuestros Santos Patronos, y bendigo cordialmente a las familias, a los enfermos y a los ancianos, a los niños y a los jóvenes». El Papa emérito concluye su carta expresando su afecto paterno en el Señor.
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