Palestina "está completamente bloqueada por el coronavirus", afirma Pizzaballa El Vaticano blinda la plaza y la basílica de San Pedro para evitar la propagación del coronavirus
Permanecerán cerrados la unidad móvil de Correos Vaticanos en la Plaza de San Pedro, los dos puntos de venta de la Libreria Editrice Vaticana, el Servicio Fotográfico de L'Osservatore Romano, que permanecerá accesible en línea, y la tienda de ropa
La diócesis de Madrid aumenta las protecciones, tras las últimas medidas adoptadas por Sanidad y la Comunidad de Madrid
| RD/Agencias
A partir de hoy, la Plaza y la Basílica de San Pedro están cerradas a las visitas guiadas y a los turistas. Esta es una de las medidas adicionales adoptadas hoy por el Vaticano, en coordinación con las normas establecidas por las autoridades italianas, para evitar la propagación del coronavirus.
También a partir de hoy, como medida de precaución, permanecerán cerrados la unidad móvil de Correos Vaticanos en la Plaza de San Pedro, los dos puntos de venta de la Libreria Editrice Vaticana, el Servicio Fotográfico de L'Osservatore Romano, que permanecerá accesible en línea, y la tienda de ropa, indica el comunicado. En tanto, la farmacia y el supermercado siguen abiertos, pero con entradas reglamentadas.
El comedor de empleados estará cerrado al público a partir de mañana, 11 de marzo, cuando se activará, en cambio, un servicio de reparto de comidas a petición de los distintos organismos y entes de la Santa Sede y del Estado de la Ciudad del Vaticano.
Estas medidas permanecerán en vigor, excepto en el caso de nuevas indicaciones, hasta el 3 de abril de 2020.
Suspendido el encuentro de obispos de Tierra Santa
Por su parte, monseñor Pierbattista Pizzaballa, Administrador Apostólico de Jerusalén, está en cuarentena tras haber participado en el encuentro de Bari. En entrevista con Vatican News, anuncia la cancelación de la Plenaria de los Obispos de Tierra Santa "por razones prácticas, no por elección ideológica, ya que la mayoría de nosotros estamos en cuarentena".
"En el territorio de la diócesis hay una situación algo esquizofrénica", explica Pizzaballa, que añade cómo en Jordania la Cuaresma "se está viviendo normalmente", mientras que Palestina "está completamente bloqueada por el coronavirus: las iglesias permanecen abiertas sólo para el culto personal, las misas sólo se permiten a grupos de no más de veinte personas o si se celebran es al aire libre. En Israel es algo intermedio, estamos esperando medidas. En Jerusalén comenzamos con las liturgias del Santo Sepulcro que son centrales no sólo en la diócesis de Jerusalén sino también en Galilea, en Nazaret".
El arzobispo, que terminará la cuarentena el próximo viernes, denuncia la "larga Cuaresma" que sufre el pueblo palestino "que ha durado años". En lo personal, "puedo decir que para mí fue una maravillosa oportunidad para rezar más, para quedarme en casa y hacer cosas que se posponen por demasiados compromisos. Hace bien desacelerar los ritmos. Pude reflexionar sobre lo que está sucediendo en mi comunidad y madurar aún más el sentimiento de solidaridad hacia las víctimas del terrible virus".
Nuevas pautas en Madrid
Finalmente, y ante el aumento de los contagios por coronavirus en la diócesis, el Arzobispado de Madrid "recuerda a los fieles la necesidad de seguir las pautas que marquen las autoridades sanitarias y reza por la labor que está realizando el personal sanitario, así como por los enfermos y los familiares de los fallecidos".
En una nota de prensa, informa que "la Universidad San Dámaso permanecerá cerrada para los alumnos las próximas semanas y que se han suspendido varias actividades multitudinarias como la participación diocesana en las Javieradas o el Parlamento Diocesano de la Juventud". A su vez, estudia "la conveniencia de mantener sus actividades programadas, analizando caso por caso, y a plantear alternativas no presenciales a las catequesis".
En espera de otras medidas que puedan ser adoptadas por el Ministerio de Sanidad o por la Consejería de Sanidad de la Comunidad de Madrid, el Arzobispado de Madrid plantea asimismo una serie de recomendaciones generales a los fieles y a las comunidades:
1. Que no se abandone la atención de los más débiles, especialmente de los mayores y de los niños que no acuden estos días al colegio. Como ha pedido el Papa, los sacerdotes deben llevar «la fuerza de la palabra de Dios y la Eucaristía» a los enfermos.
2. Para quienes estos días no puedan salir de casa para acudir a Misa, próximamente se pondrá en marcha una retransmisión diaria de la Eucaristía desde la catedral, a las 19:00 horas, a través del canal de YouTube de la diócesis.
3. En los templos se anima a retirar el agua bendita de las pilas que hay en las entradas.
4. Se pide ofrecer en la Eucaristía otro gesto de paz distinto al habitual de abrazar o estrechar la mano.
5. Por prudencia, se recomienda comulgar en la mano. Y se ruega que las personas que distribuyen la comunión durante la Eucaristía, se laven las manos antes y después.
6. Por último, se recuerda la conveniencia de sustituir las muestras de devoción y afecto hacia las imágenes por otras como la inclinación o la reverencia, evitando el contacto físico.
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