"Me emociona ver cómo este pueblo se sacrifica para recibir a Francisco" Los tres hermanos (y misioneros) argentinos que esperan al Papa en Papúa Nueva Guinea
Tres misioneros, hermanos y nacidos en Argentina, cuentan las horas que les queda para que el papa Francisco los visite, a partir del próximo 8 de septiembre. Será cuando su avión aterrice en la localidad de Vanimo, en el noroeste de Papúa-Nueva Guinea, estado de Oceanía que comparte isla con Indonesia, toda ella rodeada por las aguas del Pacífico
Desde que conoció la noticia de su visita, Cielos Prado no ha dejado de dedicar esfuerzos para que su compatriota —para la religiosa, “el vicario de Jesucristo”— pueda sentirse, a pesar de hacerlo durante unas horas, como en casa. No será, sin embargo, la primera vez que ella y uno de sus hermanos, Martín, verán al pontífice personalmente
| Xavier Pete/Flama
Tres misioneros, hermanos y nacidos en Argentina, cuentan las horas que les queda para que el papa Francisco los visite, a partir del próximo 8 de septiembre. Será cuando su avión aterrice en la localidad de Vanimo, en el noroeste de Papúa Nueva Guinea, estado de Oceanía que comparte isla con Indonesia, toda ella rodeada por las aguas del Pacífico.
Ellos son Cielos, Agustín y Martín, nacidos en la localidad argentina de San Rafael e hijos de una “familia católica próxima a la congregación a la que pertenecemos, el Instituto del Verbo Encarnado”, detalla la primera de los tres, llegada a este punto del mapa, a más de 13.000 kilómetros del Vaticano, en el 2018.
Desde que conoció la noticia de su visita, Cielos Prado no ha dejado de dedicar esfuerzos para que su compatriota —para la religiosa, “el vicario de Jesucristo”— pueda sentirse, a pesar de hacerlo durante unas horas, como en casa. No será, sin embargo, la primera vez que ella y uno de sus hermanos, Martín, verán al pontífice personalmente: “En 2019, en una visita a Roma con otros 16 parroquianos, tuvimos la gran suerte que nos recibiera en su residencia y, desde entonces, nos ha tenido más presentes“, afirma la misionera argentina.
"Puede parecer que fuimos nosotros quienes le pedimos que viniera a Vanimo -reconoce-, pero en ningún caso ha sido así: es una sorpresa que haya decidido incluir esta visita en su viaje asiático", señala la religiosa.
El Papa argentino llegará por aire y, antes de conocer sobre el terreno la labor desarrollada por estos misioneros en la Escuela de Humanidades Santísima Trinidad, donde estudian 500 niños, se llevará "la gran sorpresa que tenemos preparada", explica Cielos. Se refiere al regalo que recibirá Francisco cuando mire por la ventana de su avión: “Los habitantes de la zona [más de 6.000] han cortado miles de cañas de bambú para dar la bienvenida al Papa a bordo de canoas, que verá, desde el aire, llenando toda la costa marítima”.
Después de que en 1908 se celebrase el primer bautizo en estas tierras, el proceso de evangelización es, hoy en día, "una labor impulsada por catequistas que procuramos cuidar y formar", admite Cielos. “La base cultural no es católica y, por tanto, debe enseñarse todo desde cero, incluso la forma en que las madres deben persignar a los hijos”, afirma.
Y con estos argentinos, son numerosos los misioneros y las misioneras (“de América, de Filipinas, de Brasil…”) que hacen crecer el catolicismo en medio de otras culturas “que también tienen la semilla del Verbo, y que redescubrimos a la luz de los Evangelios”, continúa la misionera consagrada.
El resultado se comprobará internacionalmente el 8 de septiembre, en medio de la gira apostólica más larga y lejana del pontificado de Francisco: “Después de seis años aquí, me emociona ver cómo el pueblo se está sacrificando para recibir al Papa en sus tierras”, apunta desde Papúa Nueva Guinea esta hermana. "Como buen pastor, tiene que ir a ver a todas sus ovejas, como hará el Papa argentino", concluye.