La Comunicación en la Vida Religiosa, a debate en Los Jueves de RD "El reto es hablar con quienes están fuera de nuestro claustro, no saben de religión y son más jóvenes"
Mercedes Méndez: "La belleza, la bondad y la verdad van a salvar el mundo, pero hoy tienen que pasar por el envoltorio digital. El mundo digital nos hace más accesible la sinodalidad"
Patrizia Morgante: "La cultura en algunas congregaciones es que las hermanas tienen que ser invisibles, humildes, no poner el rostro, lo que es una interpretación un poco rígida de la humildad"
Gabriel López Santamaría: "Comunicar la vida religiosa es fundamental para hacer ver que existe, que haya conciencia en la vida de las personas sobre ella, y esa pata fundamental de la vida religiosa a veces no se cuida, por lo que es necesario hacer mucho más"
Gabriel López Santamaría: "Comunicar la vida religiosa es fundamental para hacer ver que existe, que haya conciencia en la vida de las personas sobre ella, y esa pata fundamental de la vida religiosa a veces no se cuida, por lo que es necesario hacer mucho más"
Esas preguntas han sido la base sobre la que giró una nueva edición de los Jueves de RD bajo el título 'Comunicar la Vida Religiosa' y en la que han participado Patrizia Morgante, quien fuera responsable de comunicación de la Unión Internacional de Superioras Generales hasta este verano, y que actualmente es responsable del proyecto "Comunicar la vida religiosa" de la UISG; Mercedes Méndez Siliuto, responsable de comunicación de las Religiosas de la Asunción; y Gabriel López Santamaría, director de Católicos en Red, moderados por Jesús Bastante, redactor jefe de RD, con el patrocinio de Instituciones Religiosas del Banco Sabadell y con el apoyo técnico de Católicos en Red.
Precisamente Santamaría comenzó asegurando que "comunicar la vida religiosa es fundamental para hacer ver que existe, que haya conciencia en la vida de las personas sobre ella, y esa pata fundamental de la vida religiosa a veces no se cuida, por lo que es necesario hacer mucho más", señaló al comienzo del debate.
Un tema que ha sido leit motiv del reciente I Encuentro Internacional de Comunicación para la Vida Religiosa, organizado por la UISG, en el que que tuvo mucho que ver Patrizia Morgante, quien comenzó destacando los avances registrados en el ámbito de la comunicación. "Hemos podido fortalecer las congregaciones, las líderes han entendido que la comunicación también forma parte de la misión. Hoy, en 2023, un 50% de las congregaciones tiene a una persona que está encargada de la comunicación, lo que es un logro increíble", señaló la responsable del Proyecto Comunicar la Vida Religiosa.
A Mercedes Méndez le "quemaba el evangelio dentro y quería anunciar, porque lo que no está en Internet es como si no existiese", y empezó en ese mundo en el año 2003, y desde 2019, a nivel de su congregación, señaló la religiosa. "La belleza, la bondad y la verdad van a salvar el mundo, pero hoy tienen que pasar por el envoltorio digital", apostilló con convencimiento. "El mundo digital nos hace más accesible la sinodalidad", subrayó en un arranque en donde dejó claro el avance de las congregaciones en este mundo de la comunicación.
Un mundo lleno de retos
"Las congregaciones femeninas deben asumir la importancia de la comunicación", reiteró Santamaría, señalando que "estamos lejos de la profesionalización". "Otro reto es peder el miedo a la comunicación en las redes sociales, porque dicen 'cuidado con TikTok' u otros canales... Ese miedo que paraliza no es evangelio y no nos permite salir afuera. Estamos en una Iglesia híbrida donde una gran parte de los fieles vive en ese entorno digital, ya no es sólo una pared, y si no estamos ahí, los perdemos".
Morgante añadió a estos retos, los de la formación inicial y de la comunicación digital, destacando que "el paradigma predominante actual sigue siendo un paradigma analógico, así como la ignorancia en estos temas de quien tiene el liderazgo, que es de mentalidad analógica, frente a las más jóvenes ya de formación más digital". "Otro reto -añadió la laica italiana- es el de los recursos, no se dan presupuestos para que se pueda trabajar bien. Y el último reto es la dificultad de la comunicación externa. Se está centrando en la comunicación interna y con personas de edades más altas, cuando el reto es hablar con quien está fuera de nuestro claustro, no sabe nada de religión y es mucho más joven".
"Quiero una presencia corporativa, alertada del peligro de los personalismo y los protagonismos", advirtió Méndez, quien apuesta por crear grupos que comuniquen, a imagen del Monasterio de las Hermanas Pobres, "que han logrado una presencia comunitaria". Lo otro, añadió, "es un gran peligro".
Sobre los riesgos del personalismo en este tipo de comunicación, Santamaría señaló que, "es importante que se sea capaz de desarrollar esos personalismos, pero en el buen sentido, que tengan cara, porque se conecta mucho mejor en el cara a cara que con una institución. Hay que entender la complejidad del canal digital, aunque es verdad que tiene muchos rasgos".
El tema del miedo, palpable en tantas comunidades, sobrevolaba: "Tenemos que nutrir la cultura de la comunicación y sacar el miedo de las congregaciones", señaló Morgante, que reivindicó que las oficinas de comunicación han de ser vistas "como una ayuda, como facilitadoras", reclamando que "se abran las fuentes de la comunicación, porque hay hermanas que beben de fuentes y noticias falsas, por lo que es necesaria una alfabetización en el mundo de la comunicación, saber discernir en el mundo digital".
Igualmente, aseguró que "la cultura en algunas congregaciones es que las hermanas tienen que ser invisibles, humildes, no poner el rostro, lo que es una interpretación un poco rígida de la humildad". "En la historia, los hombres, por ser curas, tenían que tener una postura de protagonismo, por su ministerio. Las hermanas expresan su misión dentro de la circularidad. Si eso se expresase en la Red, sería maravilloso", apostilló Morgante.
La irrupción de la Inteligencia Artificial
Apareció, claro, en el debate la irrupción de la Inteligencia Artificial (IA), también en el mundo de la comunicación. "En el mundo de la IA, la palabra más nombrada ha sido sabiduría. Y lo nuestro no es de inteligencia, es de sabiduría, lo nuestro es el arte de vivir", señaló Méndez. "En la Red tenemos que mostar también quién nos hace vivir como vivimos, ojalá supiéramos hacerlo también en el mundo digital desde la vida religiosa".
Sobre este tema, que mostró que ha venido para sacudir lo que ya estaba establecido, Morgante aseguró que "hay que educar a la IA y educar a través de la IA". En este sentido, frente a los temores, apuntó que "puede ser una aliada, no una enemiga, si la conocemos. Hay que hacer un esfuerzo como seres humanos para hacer las preguntas precisa para que la IA pueda generar algo que nos sirva", señaló, aludiendo a un proyecto que esta haciendo las religiosas salesianas en Italia.
"Uso a diario la IA en Católicos en Red -señaló Santamaría-. Es un don de Dios, en la medida que surge de la inteligencia que nos ha dado el Creador. Tiene sus límites, claro, pero no podemos obviarla, es un instrumento muy válido, pero hay que saber preguntarle, como a una persona, porque no es una solución mágica para alguien que no sabe. Es una herramienta de grandísima ayuda".
La IA no sabe de Dios
"La IA sabe mucho de lo que hay en Internet; de lo que no hay, no sabe", señaló por su parte Méndez. "Por lo que nuestro reto es educar. Hay muy poco del mensaje evangélico, hay que dárselo a la IA, que es un niño, y tiene que crecer, y si crece sin Dios, crecerá atea, no va a responder sobre Dios. Tenemos que ayudarles. Yo soy usuaria, pero hay que entrenar también a la IA".
"Cuando se le pide imágenes de la vida eterna, son imágenes oscuras, le falta alma", concedió Santamaría, pero subrayando las posibilidades que abre el nuevo mundo de la IA, y justo en el día en el que el papa Francisco hacía público su Mensaje para la Jornada Mundial de La Paz, del 1 de enero, dedicada precisamente a la IA, a sus retos, pero también a sus peligros y desafío para la paz.
Finalmente, a modo de conclusión sobre el tema de este Jueves de RD, Patrizia Morgante señaló que "visibilizar el rostro de la mujer consagrada es un logro, y hay que crear espacios para que ellas tomen la palabra". "Es el rostro más bello de la Iglesia, es el rostro de María, y hay que visibilizarlo", coincidió Santamaría.
Pero el director de Católicos en Red aseguró también, citando al papa Francisco, que la máxima del "siempre se hizo así, a la hora de la comunicación, es un pecado, hay salir de eso, romper la barrera del miedo y, como vida religiosa femenina, salir de la zona de confort y pedir ayuda si es necesario".
Morgante también invitó "a todas las hermanas a que no tengáis miedo, porque comunicamos que tenemos algo tan bueno, tan fuerte y que nos llena, que no lo podemos guardar, tenemos que sacarlo, ofrecerlo. Y eso es la comunicación".
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