Snn cinco. Aquí te los presentamos Misioneros Claretianos malagueños por el mundo

Misioneros Claretianos malagueños
Misioneros Claretianos malagueños

El 24 de octubre celebramos la fiesta de san Antonio María Claret, fundador de los Misioneros Claretianos (CMF, Hijos del Inmaculado Corazón de María)

En la actualidad, son cinco los malagueños Misioneros Claretianos que se encuentran en distintas misiones por el mundo

Juan Antonio Lamarca Carrasco, Antonio Llamas Fortes, Joaquín Bejar Alvarado, Álvaro Rodríguez Jover y Samuel Abelaira García

(Diócesis de Málaga).- 16 de julio de 1849, san Antonio María Claret inició la congregación de los Hijos del Inmaculado Corazón de María, los Claretianos. El 16 de julio de 2024 se clausuraba el Año Jubilar Claretiano con motivo de los 175 años de su fundación.

Boletín gratuito de Religión Digital
QUIERO SUSCRIBIRME

Los Misioneros Claretianos (Hijos del Inmaculado Corazón de María, CMF) están presentes en la diócesis de Málaga en la parroquia de Nuestra Señora del Carmen (en el Perchel) y en otras tareas diocesanas, pero también estuvieron en la parroquia de la Visitación de Nuestra Señora (en Intelhorce y El Tarajal). En ambas parroquias surgieron vocaciones sacerdotales, Misioneros Claretianos malagueños que llevan la llama de la fe por el mundo. De los cinco actuales, uno de ellos es seminarista y tres llegaron a coincidir en la misma misión, en Zimbabwe, donde cariñosamente se les conocía como el Frente Boquerón Misionero. En fechas cercanas al 24 de octubre, fiesta del santo fundador, les contamos quién es quién

Juan Antonio Lamarca Carrasco (57 años). Parroquia el Carmen (el Perchel)

Profesión perpetua como claretiano: 24 octubre 1995. Ordenación sacerdotal: 29 junio 1997

Destinos: Desde su ordenación ha estado destinado en Don Benito (Badajoz), Almendralejo (Badajoz), Granada y Sevilla. En la actualidad, es párroco en Sevilla, lo que acompaña con otros ministerios que le encargan en la Archidiócesis.

-¿Quién es san Antonio María Claret para ti?

-Un gran misionero, enamorado de Cristo y de la Virgen María. 

-¿Qué destacarías de su carisma?

-El ardor y el arrojo misionero. Él decía en una definición que tiene del misionero que «al misionero nada le arredra».

-¿Qué te mueve a seguir siendo Misionero Claretiano?

-Fidelidad a Dios y a un pueblo necesitado de la Buena Noticia de Jesús.

-La frase más bonita que te han dicho sobre tu ministerio

-"Os necesitamos a los sacerdotes”.

Y la situación más dura que te tocó vivir

-Muchas, pero de todas nos saca el Señor si nos ponemos con fe firme en sus manos.

Antonio Llamas Fortes (56 años). Parroquia la Visitación, (El Tarajal)

Profesión perpetua: 16 julio 1992. Ordenación sacerdotal: 10 abril 1994.

-Destinos: Cinco años en Humahuaca, Argentina; dos años en el Equipo de Pastoral Juvenil, Alcalá de Guadaira, España; año y medio en Chicago estudiando inglés; 21 años en Zimbabwe (Gokwe y Ruwa), por lo que habla diversos idiomas además del español: inglés, shona e italiano. Actualmente, es el secretario general de la Comisión de JPIC (Justicia, Paz e integridad de la Creación), en Roma. Este trabajo consiste en coordinar y ofrecer apoyo a todos los claretianos y organismos de la congregación que trabajan en un compromiso solidario, comprometidos con los más vulnerables y pobres, y la animación de todos los claretianos en nuestros procesos de conversión con el cuidado de la Creación y la defensa de los más pobres.

-¿Quién es san Antonio María Claret para ti?

-San Antonio María Claret fue un hombre capaz de captar la urgencia de una evangelización integral de la persona, atendiendo a sus necesidades espirituales, psicológicas y físicas para que podamos reconocer el amor de Dios en nuestras vidas. Un hombre siempre activo y creativo, que siempre buscaba la coordinación con otros. 

-¿Qué destacarías de su carisma?

-En su vida espiritual jugaron un gran papel el Inmaculado Corazón de María (en cuanto mediación, ternura, amor maternal, el rol de lo femenino…); la Palabra de Dios (fue un apasionado de la difusión de la Palabra de Dios a todas las personas, pobres y ricas); la Eucaristía (que llegó a hacerse consciente de su presencia espiritual permanente en su cuerpo y en su vida); y los pobres, que siempre lo acompañaron a donde quiera que iba (según sus propias palabras:  «El Señor me ha dado un amor entrañable a los pobres», Aut. 562). Para mí fue un auténtico “crack”, un torbellino de fuerza espiritual y moral en la sociedad que se convirtió en una voz profética y molesta, especialmente para los ricos propietarios de la colonia española en Cuba, para los políticos anti-democráticos que querían imponer una forma de ver las cosas, para los radicales tanto de la izquierda como de la derecha que querían imponerse con violencia… Un hombre que se comprometió políticamente pero que nunca tuvo una afiliación política.

-¿Qué te mueve a seguir siendo Misionero Claretiano?

-El continuar el sueño de Claret en una congregación pequeña y muy misionera. Para el número de miembros que tenemos, estamos en muchísimos países. Lo que más me gusta es que no hacemos propaganda de Claret, sino que servimos a Cristo Muerto y Resucitado en las iglesias locales, donde solemos inculturarnos bastante bien. Como congregación, tenemos nuestros conflictos internos, vulnerabilidades, incongruencias, pero no nos resignamos y, aunque sea despacito, intentamos movernos con la Iglesia, hacia el sueño de un mundo mejor donde todos tengamos cabida.

-La frase más bonita que te han dicho sobre tu ministerio

-En Argentina un grupo de jóvenes me dijo: «Gracias Padre, por su respeto y humildad». En Gokwe un grupo de catequistas me dijo: «le echamos de menos, no por las cosas que ha hecho, sino por la amistad (relación de familia) que tenemos». En Ruwa un grupo de laicos me dijo: «aunque cada uno es diferente, han conseguido crear un estilo claretiano que nos resulta atractivo».

-Y la situación más dura que te tocó vivir

-No hay una situación que sea la más dura, creo yo. Pero el último año en Roma ha sido muy duro. Dejar mi Zimbabwe querido para venir a vivir a una Roma fría y desconocida, y a una Europa atemorizada y a la defensiva, ha sido una de las experiencias más duras de mi vida pastoral.

Joaquín Bejar Alvarado (50 años). Parroquia el Carmen (el Perchel)

Profesión perpetua: 24 octubre 2000. Ordenación sacedotal: 21 abril 2002.

-Destinos: Desde la ordenación como sacerdote ha estado destinado en Sevilla, Chicago por estudios y Zimbabwe, donde continúa su labor en la Misión de Zhomba, una parroquia rural, con un colegio de Primaria en la que desarrolla el «acompañamiento espiritual y desarrollo de nuestras comunidades cristianas aquí». Además del español, domina el inglés y el shona. 

-¿Quién es san Antonio María Claret para ti?

-Un apasionado por Dios y por su Palabra, lo que le llevó a dedicarse a la evangelización toda su vida. 

-¿Qué destacarías de su carisma?

-El fuego de su pasión y el amor a la hora de hacer las cosas.

-¿Qué te mueve a seguir siendo Misionero Claretiano?

-La renovación diaria de la llamada recibida de Dios.

-La frase más bonita que te han dicho sobre tu ministerio

-Gracias por volver después del Covid.

-Y la situación más dura que te tocó vivir

-Acompañar en lecho de muerte a personas, que no tenían recursos para tratamientos de sus enfermedades.

Álvaro Rodríguez Jover (45 años). Parroquia el Carmen (el Perchel)

Profesión perpetua: 23 octubre 2008. Ordenación sacerdotal: 27 septiembre 2009.

-Destinos: «Mi primer año de cura estuve en Las Palmas de Gran Canaria, en la parroquia de las Rehoyas, y colaboré con el Colegio Claret dando clase. Después me destinaron seis años a Don Benito, Badajoz, donde llevé la pastoral y las clases de Religión en el Colegio Claret. Luego estuve un año en Inglaterra estudiando inglés y me enviaron a Zimbabwe, donde he estado siete años. Acabo de llegar a Granada, donde soy vicario parroquial en el Espíritu Santo y ayudo al formador en el Seminario Claretiano Internacional de Granada». También domina el inglés y el shona, como los demás misioneros en Zimbabwe. 

-¿Quién es san Antonio María Claret para ti?

-Es mi maestro y mi modelo al anunciar el Evangelio.

-¿Qué destacarías de su carisma?

-Me anima a vivir mi carisma el ver a mis hermanos claretianos entregando su vida con generosidad y afrontando los retos y desafíos del día a día, apoyados en Dios.

-La frase más bonita que te han dicho sobre tu ministerio

-La frase más bonita ha sido el agradecimiento de las personas más sencillas, que han valorado mucho lo que he hecho por ellos.

-Y la situación más dura que te tocó vivir

-Una situación difícil es cuando hay que dejar un lugar para empezar la misión en otro sitio distinto. Son momentos de crisis y readaptación en los que se necesita tiempo y la ayuda de Dios para superar los obstáculos.

Samuel Abelaira García (22 años). Parroquia el Carmen (el Perchel)

Primera profesión: 6 enero 2024.

-Hasta ahora: «Estuve un año en Sevilla, como aspirante, dos años y medio en Granada como postulante y un año como novicio en Córdoba (Argentina). Voy a cumplir mi primer año como estudiante, en el Seminario de Granada».

-¿Cómo sentiste la vocación como Misionero Claretiano?

-«Unos padres con espíritu claretiano, unos misioneros locamente apasionados, y un estilo de vida... No puedo negar que la vocación parte de mi familia, mis padres son seglares claretianos y esto se respiraba en casa. A esto se añade que, desde que empecé a ir a los campamentos de los Misioneros Claretianos, comencé a ver a los misioneros como personas que estaban un poquito locas pero que su locura nacía de una pasión... Ahí empecé a pensar que quizás vivir así podía ser asombroso. ¿Puede Dios llamarme a vivir con este estilo de vida? ¿Por qué no? Así, cuando empecé a vivir en Sevilla como aspirante en la comunidad del Colegio, comprendí que un estilo de vida sencillo, apasionado y disponible era un estilo que quería y quiero encarnar en mi vida».

-¿Quién es san Antonio María Claret para ti?

-Lo concibo como un hombre centrado y apasionado, que vivía con la convicción de que, si Dios está en el centro de la vida, todo es más pleno y eso le llevó a desplegar todo su ministerio tal como lo hizo. 

-¿Cómo imaginas tu ministerio como Claretiano?

-Me veo con y entre los jóvenes, conectando y acompañándolos a descubrirse a sí mismos y a Dios, para responder a su vocación y así vivir plenamente. Además, me visualizo mostrando a un Dios que verdaderamente, y así se transmite en mis formas, es compasivo y misericordioso, que sale a nuestro encuentro y que nos abraza gratuita, profunda y eternamente.

La Misión Claretiana - Colegio Claret · El Hatillo

Volver arriba