El equipo jurídico de Iceta "trabaja a destajo" para ir a los juzgados antes de agosto Misterios en Belorado: ¿Han creado las exmonjas su asociación o no? ¿Por qué no hay señales de sus abogados?
Las monjas cismáticas apuntan ahora a la línea de flotación de la honorabilidad del comisario pontificio y arzobispo de Burgos, Mario Iceta, actual administrador del patrimonio del convento burgalés y a quien le recuerdan sus tiempos de consejero en Cajasur, la entidad bancaria ligada a la Diócesis de Córdoba intervenida por el Banco de España en 2010
El servicio jurídico puesto en marcha específicamente por el comisario pontificio para tratar este caso “está trabajando a destajo” para presentar la denuncia en los juzgados que sirva para desalojar a las ya excomulgadas
La anunciada creación de la denominada Asociación Monasterio de Santa Clara de Belorado, “que resulta de la transformación de la entidad religiosa Monasterio de Belorado” en una entidad civil, según anunció la exabadesa, ¿existe realmente? ¿Sería jurídicamente válida?
La anunciada creación de la denominada Asociación Monasterio de Santa Clara de Belorado, “que resulta de la transformación de la entidad religiosa Monasterio de Belorado” en una entidad civil, según anunció la exabadesa, ¿existe realmente? ¿Sería jurídicamente válida?
(El Confidencial).- Calma chicha en torno al caso Belorado, a la espera de vientos judiciales que devuelvan la calma espiritual al convento de las clarisas en el que, desde el 13 de mayo, se han hecho fuertes una decena de monjas cismáticas que pelean con toda la munición a su alcance, que no es mucha, pero distrae, contra el comisario pontificio designado por el Papa.
Pero es también una calma tensa, agitada por las escaramuzas de las rebeldes lideradas -de momento- por la exabadesa, quien tras incursiones furibundas a través de las redes sociales contra la Iglesia católica posterior al Vaticano y su actual máximo representante, Jorge Mario Bergoglio, apuntan ahora a la línea de flotación de la honorabilidad del comisario pontificio y arzobispo de Burgos, Mario Iceta, actual administrador del patrimonio del convento burgalés y a quien le recuerdan sus tiempos de consejero en Cajasur, la entidad bancaria ligada a la Diócesis de Córdoba intervenida por el Banco de España en 2010.
Trabajo a destajo en el arzobispado
En los cuarteles del comisario Iceta la calma es solo aparente. Con la ley, en principio, de su parte -desde luego la canónica, que lo autoriza a las medidas tomadas hasta ahora, y ésta refrendada civilmente por los Acuerdos Iglesia-Estado de 1979-, el servicio jurídico puesto en marcha específicamente para tratar este caso “está trabajando a destajo” para presentar la denuncia en los juzgados que sirva para desalojar a las ya excomulgadas y, por tanto, sin vínculo alguno con la Iglesia católica que las permita seguir residiendo como lo hacen en el convento.
Tras pensar que podrían poner en marcha la maquinaria legal en la primera quincena de julio, ahora el equipo de Iceta se afana para llegar a tiempo antes de agosto, mes inhábil judicialmente, aunque todavía no está claro que pueda lograrlo para entonces dado que, según señalan las fuentes, “hay cuestiones previas que se tienen que resolver antes de presentar nada”.
¿Hay o no hay asociación?
En este punto, hay una clave a tener en cuenta: la anunciada creación de la denominada Asociación Monasterio de Santa Clara de Belorado, “que resulta de la transformación de la entidad religiosa Monasterio de Belorado” en una entidad civil, según anunció la exabadesa Laura García de Viedma, erigida en representante de la misma. Sin embargo, aunque ella ya dispara su munición contra Iceta bajo esa denominación, aún no consta su inscripción en el Registro Nacional de Asociaciones, dependiente del Ministerio del Interior, en cuya Subdirección General de Asociaciones, Archivos y Documentación tienen un plazo de resolución de tres meses desde la entrada del preceptivo expediente de inscripción…
A creer, pues, en el Arzobispado que las monjas disparan de momento con munición de fogueo -no les consta que esté registrada ni se han seguido los pasos pertinentes para la transformación de una entidad religiosa en una asociación civil- ayuda también el hecho de que el bufete de abogados que asesora a las exmonjas no ha cruzado ni media palabra ni intercambiado una sola línea con el equipo jurídico del comisario pontificio.
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