"No me han dejado despedirme de las mayores. Igual ni saben que ya no estoy allí" Sor Amparo, la clarisa que salió de Belorado: "Tenía que salir para no pertenecer a esa secta"
"Estoy bien, tranquila, pero con mucho dolor. Sobre todo, por las cinco hermanas mayores. Eso es lo que más me preocupa", confiesa durante la entrevista, en la que recalca que "no me han dejado despedirme" de las religiosas de más edad. "Igual ni saben que me he ido"
"Fue una decisión firme: tenía que salir. Sobre todo, para no pertenecer a esta secta, por nada del mundo. En ese ambiente ya no se podía estar"
"Yo por nada del mundo salgo de mi Madre la Iglesia y por nada del mundo dejo mi obediencia al sucesor de San Pedro, que en este momento es el papa Francisco. Estuvo intentando convencerme, pero estuve muy firme"
"Yo por nada del mundo salgo de mi Madre la Iglesia y por nada del mundo dejo mi obediencia al sucesor de San Pedro, que en este momento es el papa Francisco. Estuvo intentando convencerme, pero estuve muy firme"
Lleva 62 años como religiosa, 20 de ellos en Belorado. Sor Amparo, de 81 años, es hasta el momento la única de las 16 clarisas que ha abandonado el convento burgalés tras la declaración de cisma de las hermanas y la entrada de ese "fantoche, con perdón", como ella denomina, en una entrevista al Diario de Burgos, al falso obispo Pablo de Rojas.
"Estoy bien, tranquila, pero con mucho dolor. Sobre todo, por las cinco hermanas mayores. Eso es lo que más me preocupa", confiesa durante la entrevista, en la que recalca que "no me han dejado despedirme" de las religiosas de más edad. "Igual ni saben que me he ido".
"He estado tres días sin misa y sin nada, y decidí que así no se podía estar", confiesa la religiosa, que asegura haber "sufrido una vigilancia total para que no pudiera hablar con las hermanas mayores". Con todo, no se arrepiente de su salida. "Fue una decisión firme: tenía que salir. Sobre todo, para no pertenecer a esta secta, por nada del mundo. En ese ambiente ya no se podía estar".
"Burradas" contra la Iglesia
El domingo pasado, todo se desató, "cuando vi el plan que nos proponía el señor Pablo de Rojas", quien se presentó en el locutorio por la tarde "diciendo que es obispo de no sé qué. Dice: 'desde ahora, yo soy el superior, el que manda en la comunidad, y ustedes están bajo mi jurisdicción'. Y yo me levanté y le rebatí bastante", recuerda, asegurando que De Rojas pronunció "burradas contra la Iglesia".
"Yo por nada del mundo salgo de mi Madre la Iglesia y por nada del mundo dejo mi obediencia al sucesor de San Pedro, que en este momento es el papa Francisco. Estuvo intentando convencerme, pero estuve muy firme", relata al diario burgalés. "Me dijo que la decisión estaba tomada desde hacía mucho tiempo y que todas estaban de acuerdo. Yo le dije que sor Pilar y yo no sabíamos nada, y las mayores tampoco, y me respondió que, con que hubiera una mayoría era suficiente. Al final, me dijo que, si yo no aceptaba estar bajo su jurisdicción, tendría que marcharme. Así de tajante". Y eso hizo.
"El día que me marché le dije a la madre abadesa que no podía seguir así y que me quería marchar, y me dijo que lo hiciera tranquilamente. Las hermanas salieron a despedirme y me abrazaron. De las mayores no pude despedirme", finaliza la monja, que muestra su "pena" al ver a las religiosas en televisión, lanzando proclamas contra la Iglesia y el Papa. "Pienso que es una repetición de lo que él les dice".