Las monjas se enrocan en su cisma y ofrecen imágenes de Pentecostés y otras 'misas' Las clarisas abandonan Orduña y se atrincheran junto al 'obispo' De Rojas en Belorado
Las monjas continúan celebrando misas prohibidas, presididas por Pablo de Rojas, con la asistencia de Ceacero, que al parecer han decidido encastillarse y 'hacerse fuertes' en el convento de Burgos
Según las imágenes compartidas por las religiosas, las clarisas habrían compartido la celebración de Pentecostés, la misa de este mismo miércoles, o una 'Adoración Nocturna' del 20 de mayo
No quedan clarisas en Orduña. Al menos, por el momento, el contingente de hermanas que vivían, de manera itinerante, en el monasterio vizcaíno, lo han abandonado para regresar, de forma permanente, junto al resto de las hermanas díscolas, capitaneadas por la abadesa, sor Isabel, el falso obispo De Rojas y el 'cura coctelero' José Ceacero, en Belorado.
Alli, las monjas continúan celebrando misas prohibidas, presididas por Pablo de Rojas, con la asistencia de Ceacero, que al parecer han decidido encastillarse y 'hacerse fuertes' en el convento de Burgos. De hecho, en las últimas horas, y después que la Pía Unión hubiera colgado en sus redes un vídeo con el prelado excomulgado cantando un Te Deum "por haber abrazado, la comunidad de Clarisas de dicho monasterio, la Fe Católica, abjurado de los errores de la iglesia conciliar, y someterse a mencionado Obispo Católico", las monjas, a través de su web Tehagoluz.com, han publicado otras imágenes.
Si son ciertas, y no pertenecen al mismo día (algo que no parece, por el cambio de indumentaria de los concelebrantes), las clarisas habrían compartido la celebración de Pentecostés, la misa de este mismo miércoles, o una 'Adoración Nocturna' del 20 de mayo.
Una situación que viene a confirmar que, lejos de reconsiderar su decisión de abandonar la Iglesia católica, las clarisas parecen decididas a mantenerse en sus trece, y hacer habitual la participación en eucaristías prohibidas, pese a que el impacto mediático ha descendido, y mucho, en los últimos días. Esta es una de las situaciones que preveía el Arzobispado de Burgos, que sigue a la espera de encontrar un momento para tratar de comunicarse con las hermanas, antes de tomar una decisión definitiva que, a día de hoy, no parece pasar por otra que por la excomunión, al menos, de la abadesa Sor Isabel.