Bach-Hess, coral BWV 147
¡Feliz domingo! Ayer se dio la circunstancia de que escuchábamos música de uno de los hijos y hoy disfrutaremos, como todos los domingos, de la del padre. Es una pequeña minitaura, pero con una melodía tan famosa que casi todos sabemos tararear.
Vamos antes con la biografía de Johann Sebastian Bach (1685-1750), compositor alemán nacido en Eisenach. Desde hace varios años estoy usando, píldora a píldora, el libro de Christoph Wolff titulado Johann Sebastian Bach: The Learned Musician. Me parece que aun hoy puede decirse que es la biografía más autorizada del maestro. Ya lo tenemos en los momentos finales de su vida, un recorrido vital en el que no tuvo ninguna enfermedad grave que sepamos, algo que cambió justo en el último año que le tocaba vivir. Curiosamente, en 1729 tuvo una pequeña fiebre que le impidió llevar a cabo un acto histórico: acudir a la vecina ciudad de Halle para conocer personalmente a Handel; debido a esta imposibilidad, ambos maestros no llegaron a conocerse personalmente nunca. Por lo demás, Bach, como dice el obituario, siempre tuvo una buena salud.
Hoy escucharemos un fragmento de la cantata Herz und Mund und Tat und Leben, BWV 147. Concretamente será una versión para piano de su coral final titulado Jesus bleibet meine Freude, que tiene una melodía que se ha hecho famosa y se ha transcrito para casi todas las combinaciones posibles. Parece ser que el autor de la melodía es Johann Schop, para ponerle música a un himno de Johann Rist. Luego Martin Janus escribiría un nuevo texto (de diecinueve estrofas) del que Bach tomó dos para ser insertados en esta cantata. Del coral se han hecho innumerables transcripciones, una de las cuales es la que vamos a escuchar hoy. Es una de las más famosas y se debe a la británica Myra Hess (1890-1965).
La partitura de la transcripción puede descargarse aquí.
La interpretación es de Daniil Trifonov al piano.