¡Feliz martes! Cuando un compositor también es un consumado intérprete de un intrumento y compone para él, se nota perfectamente, porque las obras tiene como una calidad especial. Quien nos acompaña hoy es un perfecto ejemplo de esto.

No es otro que Luigi Boccherini (1743-1805), compositor italiano nacido en Lucca y fallecido en Madrid. Se dice que si Haydn era el padre del cuarteto de cuerdas, Boccherini era uno de los tíos del mismo. Ya con solo diecisiete años empezó a ver cómo se publicaban sus obras de forma asidua. En 1765 fue a Milán y allí compuso su primer cuarteto. Se alió con Filippo Manfredi y ambos dieron conciertos por toda Europa. Su éxito fue muy grande y ello le llevó a seguir componiendo una buena cantidad de obras. En 1769 fueron aclamados en España y aquí permaneció cuando el rey Carlos III le asignó una pensión. Aunque fue nombrado músico de cámara de Federico Guillermo de Prusia permaneció en nuestro país. Sus deudas fueron cada vez más elevadas, pero ello no le impidió seguir componiendo, hasta que falleció en Madrid. Sus restos permanecieron en la iglesia de San Justo de la capital hasta que Mussolini los quiso repatriar a su Lucca natal.

Escucharemos su Concierto para Violonchelo y Orquesta n.º 9 en si bemol mayor, G. 482. De los doce que compuso para el instrumento probablemente este sea el más conocido. Parece que fue compuesto en torno a la década de 1770. Siendo un gran virtuoso del instrumetnto, se nota que disfrutaba componiendo para él. Se divide en tres movimientos. El primero, Allegro moderato, se abre con las cuerdas cantando el primer tema que luego retoma el chelo. Por supuesto, cuenta con una gran cadencia y un ambiente muy clásico. El segundo es un Andante grazioso, lírico, y mostrando el lado sensible del instrumento, respondiendo a las llamadas de la orquesta. El último es un Rondo-Allegro, con una preciosa introducción de las trompas y unos motivos que se entrelazan con unos sonidos brillantes y triunfantes.

La partitura de la composición puede descargarse aquí.

La interpretación es de Steven Isserlis (chelo) y la Orquesta de Cámara de Ostrobotnia dirigida por Juha Kangas.