Llorad, cielo, desde lo alto
¡Feliz miércoles! También este es un título muy utilizado en este tiempo de Adviento por el que caminamos. El maestro que hoy nos regalará la música es uno de los grandes polifonistas europeos de todos los tiempos. Veamos quién es.
Ese gra maestro es William Byrd (h. 1540-1623), compositor británico nacido en Londres. Mantuvo buenas relaciones con Thomas Tallis, lo que trajo consecuencias desde el punto de vista musical. En 1575 la reina Isabel I les concedió el monopolio para importar, imprimir, publicar y vender música impresa. En agradecimiento, su primera producción fue una colección de Cantiones sacrae dedicadas a la monarca. De los 34 motetes 16 eran de Tallis y 18 de Byrd. Fue fiel católico durante toda su vida, por lo que se trasladó a las fueras de Londres para que ello no fuese tan evidente ante el ascenso del anglicanismo. A pesar de todo ello, nunca fue cuestionada su lealtad al gobierno. Tras la muerte de Tallis siguió publicando diversos volúmenes. En 1591 preparó uno de música para teclado dedicado a My Ladye Nevell, probablemente la esposa de Henry Neville.
Hoy escucharemos su motete Rorate caeli. Aquí escuchamos una mezcla muy interesante, puesto que las voces parecen descender (como se alude en el texto) y el canto llano, sin embargo, asciende. Sin embargo, Byrd no se muestra timorato y escribe una polifonía llena de movimiento y de fuerza, como la del cielo que destila sus gotas. Esta obra para el Adviento está llena de luz, pero de una luz llena de esperanza por el Mesías que va a venir.
La partitura de la pieza puede descargarse aquí.
La interpretación. es de The Gesualdo Six.