Música variada
¡Feliz jueves! Que la música es un arte (y hay muchos otros, claro) muy variado es una verdad de perogrullo. No solamente por la cantidad de instrumentos, de conjuntos y de géneros musicales, sino también por ese género de la variación que tan grandes obras ha producido.
La de hoy se debe al gran Vincent d'Indy (1851-1931), compositor francés nacido en París, lugar donde también falleció. Podemos decir que era una de las figuras líderes y principales de la sociedad musical parisina de finales del siglo XIX. A pesar de que compuso en casi todos los géneros musicales, su legado se basa principalmente en su actividad como profesor que fue de otros grandes maestros. Era un niño prodigio, pero no empezó a formarse como músico en su adolescencia. En 1865 recibió sus primeras lecciones de piano, armonía, contrapunto y orquestación. En 1872 estudió con César Franck, a quien escuchó tocar el órgano, quedando automáticamente fascinado. En la música de d'Indy no solo influyó Franck, sino también Wagner, y de una forma muy destacada. Liszt y Brahms también aportaron sus correspondientes efectos.
Escucharemos su Choral varié, op. 55. Se trata de una composición esrita en 1904 para saxofón y orquesta. De hecho, se suele afirmar que es una de sus composiciones más bellas para el instrumento compuestas en el pasado siglo XX. Fue un encargo de la saxofonista americana y pionera del instrumento Elise Boyer Hall. Sin duda, es una composición que ha colocado al saxofón en el lugar que merece y ha permitido a todo el mundo apreciar sus cualidades sonoras. El tema es enunciado por clarinetes y fagotes y está formado por dos segmentos. Empiezan a aparecer luego las variaciones mostrándonos todas las posibilidades del instrumento y el arte de componer de d'Indy. La coda final hace que la obra termine casi con la misma intimidad con la que empezó.
La partitura de la composición puede descargarse aquí.
La versión es de Sigurdur Flosason (saxo) y la Orquesta Sinfónica de Islandia dirigida por Rumon Gamba.