Todo es luz
¡Feliz lunes! Vamos a escuchar hoy una música exquisita, quizá uno de los adjetivos que más caracterizan al compositor de hoy. Si bien es una pieza de juventud, ya conserva todo el sabor de los grandes vinos que son sus magníficas composiciones.
Primero hagámosle los honores al compositor, que es Maurice Ravel (1875-1937), compositor francés nacido en la localidad de Ciboure. Es uno de los compositores más influyentes del siglo XX y tuvo siempre una voz independiente, mezcla de varios estilos, desde el barroco al jazz y el blues. Su música es muy elegante y era un maestro que lo componía todo con una meticulosidad rayando lo obsesivo. Su capacidad como orquestador es tan alta que casi no tiene igual en la historia de la música. Entró en el conservatorio de París con solamente catorce años y allí le dio clases Gabriel Fauré. A pesar de sus numerosos intento, no consiguió ganar el prestigioso Prix de Rome. En 1905 ello fue tal escándalo que el director del conservatorio tuvo hasta que dimitir. Fue un profundo admirador de Debussy y lo demostró durante dura su vida.
Vamos a escuchar su obra titulada Tout est lumière. Es una cantata para soprano, coro y orquesta con texto de Víctor Hugo; fue compuesta en 1901. Es una de esas obras compuesta con el premio de Roma en mente y permitió que Ravel pasase a la final. Es una obra de armonía sencilla y con una melodía luminosa haciendo gala a su título. Tanto la soprano como el coro cantan con una sobria elegancia. El francés pretendía componer una obra «más bien gris, prudentemente apasionada» y nos regala una obra que, si bien es algo todavía convencional sí muestra su profunda admiración por Debussy y sus formas a la hora de afrontar los pentagramas.
La interpretación es de la Orquesta Filarmónica de Radio Francia dirigida por Mikko Franck.