Compromiso ad intra de una comunidad católica ante un caso de esclavitud moderna eclesial Denuncian trabajo forzoso en el arzobispado argentino de Salta
"El campo era cuidado desde 2007 por el Sr. Adolfo Paredes Tadeo, que vivía allí con su esposa, ambos de pueblos originarios, inmigrantes de Bolivia"
"El administrador, Pablo Castro, mantuvo en vínculo laboral al Sr. Paredes durante 30 meses sin paga alguna, y 'de premio', lo echa sin causa ni resarcimiento"
"Desde que Paredes fue notificado verbalmente en octubre de 2014 por el sacerdote Castro de que siguiera trabajando, pero sin paga, la FOH eleva constantes notas formales al Arzobispo Mario Antonio Cargnello para advertirle de la injusticia que se llevaba a cabo y para solicitarle intervenga para impedirla. Nunca respondió con seriedad ninguna nota"
"Un caso palmario de modalidad de esclavitud moderna arzobispal-curial de Salta en la forma de trabajo forzoso, solapado por astucias jurídicas y documentales impuestas a la víctima, el Sr. Adolfo Paredes y a su familia"
"Desde que Paredes fue notificado verbalmente en octubre de 2014 por el sacerdote Castro de que siguiera trabajando, pero sin paga, la FOH eleva constantes notas formales al Arzobispo Mario Antonio Cargnello para advertirle de la injusticia que se llevaba a cabo y para solicitarle intervenga para impedirla. Nunca respondió con seriedad ninguna nota"
"Un caso palmario de modalidad de esclavitud moderna arzobispal-curial de Salta en la forma de trabajo forzoso, solapado por astucias jurídicas y documentales impuestas a la víctima, el Sr. Adolfo Paredes y a su familia"
| Carlos María Pagano Fernández
El Arzobispado de Salta, Argentina, posee numerosas propiedades, entre las cuales se cuenta la finca Orco Huasi, de algo más de 100 hectáreas, ubicada a 18 km de la ciudad capital. Fue donada en 2008 por el obispo salteño Pedro Reginaldo Lira (1915-2012), con el cargo de ser destinada para una comunidad de sacerdotes para retiro, solaz y estudio, para casas de los mismos, con espíritu donante, desprendido y con incidencia liberadora en el pueblo salteño: “empezar a poner en práctica reformas conciliares pendientes en la Iglesia local, para conformar una comunidad que intente ensayar en estos tiempos lo vivido en el origen del movimiento lanzado a andar por Jesús de Nazaret”.
El campo era cuidado desde 2007 por el Sr. Adolfo Paredes Tadeo, que vivía allí con su esposa, ambos de pueblos originarios, inmigrantes de Bolivia. El prelado donante había determinado entregar al Sr. Paredes un sector del campo para vivienda y huerta del matrimonio campesino, de modo que continuara en su fiel y cumplida tarea de cuidador. El Arzobispado abonaba una mensualidad acorde por ese trabajo, igual que, antes, el obispo Lira, y así lo mantuvo hasta octubre de 2014.
A partir de entonces, continúa Paredes en relación de dependencia laboral, pero ya sin percibir dicha mensualidad por determinación del administrador, el clérigo Pablo Castro. Así lo mantiene hasta el 1° de abril de 2017 en que lo cesa sin causa y sin indemnización alguna. Es decir, mantuvo en vínculo laboral al Sr. Paredes durante 30 meses sin paga alguna, y “de premio”, lo echa sin causa ni resarcimiento.
Pedro Lira había encarecido a parientes y amigos, entre los que se cuenta el autor, apoyar a la Iglesia según la inspiración que motivó el legado, pero también cuidar el legado. Meses antes de su fallecimiento nos había instado con estas palabras: “¡No dejen que destruyan el Orco!”, percibiendo ya el desdén de la gran mayoría del clero y del propio Arzobispo por el “original proyecto”, como le llamaba.
Tras su deceso, amigos suyos crean la Fundación Orco Huasi (FOH), aún asociación de hecho, y han trabajado como ningún destinatario clerical por el resguardo integral de su legado.
Desde que Paredes fue notificado verbalmente en octubre de 2014 por el sacerdote Castro de que siguiera trabajando, pero sin paga, la FOH eleva constantes notas formales al Arzobispo Mario Antonio Cargnello para advertirle de la injusticia que se llevaba a cabo y para solicitarle intervenga para impedirla. Nunca respondió con seriedad ninguna nota. Tampoco su Curia, conocedora igualmente por notas formales a numerosas autoridades de la misma, a saber: Vicario General Pbro. Dante Bernacki, todo el Consejo Presbiteral, Secretaria Canciller Luz Candiotti, Ecónomo Diocesano Lic. Rubens Peyrote, Delegado para el Consejo Económico, Pbro. Oscar Óssola, Juez Único, Loyola Pinto y de Sancristóbal. La irrespetuosidad y ninguneo de la clerecía curial, incluido el Arzobispo Cargnello, es indignante.
La Curia adeuda a Paredes 30 meses de retribuciones por el trabajo de cuidador, le adeuda un resarcimiento por haberlo echado sin causa y le adeuda su restitución en el trabajo.
Es manifiesta la determinación arbitraria arzobispal-curial de Salta de no pagar dicho trabajo, de no resarcirlo por el despido arbitrario, de no reintegrarlo en el mismo.
Paredes no tenía alternativa: al depender del arzobispado para la escrituración del terreno para vivienda según encargo del obispo Lira, se vio sometido a un trabajo sin paga: un caso palmario de modalidad de esclavitud moderna arzobispal-curial de Salta en la forma de trabajo forzoso, solapado por astucias jurídicas y documentales impuestas a la víctima, el Sr. Adolfo Paredes y a su familia.
Este escándalo clama al cielo y representa un desafío ad intra de la propia Iglesia, para tornarla algo más Iglesia de Jesús en el doble contexto de: a) variado compromiso de católicos en toda Abia Yala contra la esclavitud; y b) Objetivos de Desarrollo Sostenible hacia 2030.
El desafío no sólo interpela a esa iglesia local, también a la universal, donde pueden persistir formas, sutiles o no, de esclavitud moderna o explotación laboral. Francisco apremió en Brasil (2013) “¡hagan lío!”; no fue mera ocurrencia. Prescindo de una teología del lío, unida al papal pedir perdón a obispos y curas por el lío que se les hiciere: el Espíritu empuja a Jesús al anuncio; a Francisco, a exhortar el lío; y a esa fundación y comunidad salteña, a trabajar por la Iglesia contra una injusticia laboral de su Arzobispado.
Por lo demás, el propio Arzobispado incurre en una flagrante y desvergonzada malversación del legado al pretender entregar ¡en “alquiler”! a la Universidad Católica de Salta importantes sectores del campo –o todo el campo, no hay aún datos- para un “emprendimiento” de su Facultad de Veterinaria, lo que choca frontalmente con el cargo explícito en la donación, pues esa casa de estudios no tiene en absoluto nada que ver con dicho cargo.
Tal violación del legado pone en evidencia el afán de lucro y acumulación monetaria con la que el Arzobispado y su Curia (¿más empresa inmobiliaria que Iglesia?) van “destruyendo” el campo y el espíritu del legado mediante su abuso de poder.
En cuanto a la deuda con Paredes, Francisco nos insta a “recodar siempre la dignidad y los derechos de los trabajadores. Denunciar las situaciones en las que se violan estos derechos”.
La FOH presenta hasta diciembre de 2020 al Arzobispo y Curia de Salta, incluso al Juez Vicario Único, Loyola Pinto, para su conocimiento y demás efectos, otras notas con el tema de la doble deuda laboral: restituir a Paredes en su trabajo, y pagarle los treinta meses de trabajo retenidos. Ningún curial se comunicó con la FOH ni con alguno de sus miembros, ni actuó en nada, tampoco el Arzobispo ni para abrir el diálogo solicitado constantemente desde 2014 hasta el presente. En una nota al miembro de la FOH, Pbro. Pablo Pagano -27.1.2020- reclama Cargnello que ha “tolerado” que la FOH haga “campañas de descrédito contra el arzobispado a partir de situaciones que Uds. consideran injustas y no eran reales ni verdaderas”, sin documentar nada, además de las murmuraciones clericales de “calumnia al arzobispado” por una campaña de la FOH en defensa del trabajador, al tenor de ciertos obispos chilenos ante víctimas de abusos sexuales que reclamaban justicia.
Los pretextos del administrador para no pagar el trabajo y cesarlo afirmando que “está en negro” y alegando el valor del sector a entregar “hablan de explotación laboral, racismo, xenofobia y esclavismo larvados” (nota al Arzobispo, 28.1.2020, aún sin responder). También, la FOH le advierte sobre la posible resignación de la víctima a reclamo a causa de presiones por parte de la curia, de la que depende para su vivienda familiar –una suerte de síndrome de Estocolmo laboral.
La FOH tomó conocimiento, pues, de una escritura que se le apremió a firmar en 2016, antes de ser echado de su trabajo, es decir, que a Paredes se lo sitúa “en desventaja de todo tipo por encontrarse, en ese punto, sometido al poder eclesiástico con sus ventajas de todo tipo”.
Hacia marzo de 2022, el hijo del trabajador, René Paredes, relata a una persona familiar del finado obispo donante que el sacerdote administrador, Pablo Castro, ha llegado a hacerle escribir una carta en la que expresa su beneplácito en nombre de la familia por el trato recibido por su padre de parte de la administración esclavista. René Paredes manifestó haber escrito esa carta en contra de su voluntad.
Por ello, en este caso, “se trata de un accionar corporativo, impune, incompatible con el más elemental sentido acorde con Jesús, y que hasta podría ser visto como un enriquecimiento ilícito por parte de la Curia de Salta, avalado por sus autoridades”, como también, el autor reclama año a año desde 2013 por otra deuda curial impaga (nota del 15.2.2019, aún sin respuesta). El caso del trato a Paredes es uno más de “violencia económica” del Arzobispo de Salta, como otros denunciados.
Siguiendo a Pablo, enfrentado con Pedro por ser “digno de reproche” (Gal. 2, 11), se lucha contra la esclavitud moderna en la forma de trabajo forzoso arzobispal de Salta por no pago laboral –más de 15.500 USD$, sólo por meses impagos- y haber sido cesado sin causa a que se ve forzado un honrado y cumplidor campesino para satisfacer su derecho a sitio para vivir.
En su accionar profético –grita a plena voz, sin cesar, denuncia a mi pueblo sus delitos, a la casa de Jacob sus pecados (Is. 58, 1; 9a)- la FOH desenmascara el abuso de poder de un clericalismo pandémico, incuestionable de oficio, creído de inmunidad por portación de mitra, y hace conciencia teológica del apremio de bregar contra los abusos laborales, contra esclavitudes modernas en Abia Yala y en el mundo de modo más auténtico si, antes, la Iglesia limpia su casa, ad intra: liberarás al mundo del trabajo esclavo del capitalismo neoliberal y de toda forma de esclavitud moderna de modo más acorde a Jesús si te ajustas al criterio para amar al prójimo: “como a ti mismo” (Mt 22, 39), es decir, tanto cuanto erradiques toda forma de esclavitud moderna de tus pastores, como la del arzobispo y los curiales y sacerdotes de Salta implicados.
Sobre este caso, el autor solicitó el pasado 8 de marzo formalmente a la secretaría de la Pontificia Comisión para América Latina eleve al Papa Francisco una información más detallada que se adjuntó; hasta la fecha, no hay acuse de recibo ni información del trámite. Como Iglesia de Jesús, se espera alguna forma de terminar con este caso de impunidad esclavista curial salteña.
1 Fundación Orco Huasi 16.07.2020, Carta abierta III. Memoria a la desmemoria. El legado del Orco Huasi y la responsabilidad del Arzobispado de Salta, presentación formal al Arzobispo y a todo el clero, 34 páginas, nunca respondida por ningún destinatario curial. Cita de pg. 9.
2 Abia Yala: “nombre propio” del continente “aún llamado América”.
3 “La esclavitud moderna es en realidad un producto de la forma en que funciona el sistema político y económico mundial: "es una característica, no un error" https://news.un.org/es/story/2019/04/1454351.
4 El Vicario General Edgardo Correa informó el pasado 08.05.2023 que se trata de un “alquiler” para “un emprendimiento” de la Facultad de Veterinaria de la Universidad Católica de Salta.
5 Ver https://www.lanacion.com.ar/sociedad/grieta-religiosa-en-salta-despues-del-acuerdo-sorprende-una-nueva-y-dura-presentacion-judicial-de-nid04102022/ y también https://elinfluencer.com.ar/carmelitas-pidieron-resarcimiento-no-economico-de-cargnello/
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