El Papa actualiza mediante decreto el reglamento para evitar prácticas “abusivas” "El sacerdote no debe pedir nada": Francisco limita las ofrendas en las misas

Un sacerdote en la consagración
Un sacerdote en la consagración Josh Appelgate

El Dicasterio para el Clero ha emitido un decreto, firmado por el papa Francisco, que limita las ofrendas que entregan los fieles para que las misas incluyan sus intenciones, con el fin de evitar “ciertas prácticas que se han dado de forma abusiva en diversos lugares”, informó este domingo el Vaticano

ambién se indica que para los sacramentos, el sacerdote, «además de las ofrendas que determine la autoridad competente», «no debe pedir nada, evitando siempre que los más necesitados se vean privados de la ayuda de los sacramentos a causa de la pobreza»

El Dicasterio para el Clero ha emitido un decreto, firmado por el papa Francisco, que limita las ofrendas que entregan los fieles para que las misas incluyan sus intenciones, con el fin de evitar “ciertas prácticas que se han dado de forma abusiva en diversos lugares”, informó este domingo el Vaticano.

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El documento actualiza el reglamento “sobre la disciplina de las intenciones de la Santa Misa”, que recoge la forma en la que los sacerdotes deben actuar cuando los fieles les piden misas con intenciones especiales y, para ello, les entregan una ofrenda, que suele ser una donación económica.

Las nuevas normas reiteran que «según el uso aprobado de la Iglesia, es lícito para cualquier sacerdote que celebre la Misa recibir la ofrenda entregada para aplicar la Misa según una intención determinada“”.

Quedarse sólo con una ofrenda

Pero piden que se procure no acumular muchas en una misma misa, y, en todo caso el sacerdote puede quedarse sólo con una y entregar el resto a «parroquias necesitadas».

Celebración de la eucaristía
Celebración de la eucaristía Annie Williams

“La aplicación colectiva de varias ofrendas para una sola Misa es lícita sólo si los oferentes, previa y explícitamente informados, han consentido libremente», indica el texto, que añade que ”la voluntad de los oferentes nunca puede presumirse o inferirse del silencio».

Además, se recomienda “”ofrecer la posibilidad de celebrar misas diarias de intención única» y se reitera que «la aceptación de ofrendas durante una simple celebración de la palabra o un simple recuerdo durante la misa es gravemente ilícita».

"El sacerdote no debe pedir nada"

También se indica que para los sacramentos, el sacerdote, «además de las ofrendas que determine la autoridad competente», «no debe pedir nada, evitando siempre que los más necesitados se vean privados de la ayuda de los sacramentos a causa de la pobreza».

«Aunque la Misa constituye la plenitud de la vida sacramental, no es un premio para los perfectos, sino un generoso remedio y alimento para los débiles“, se indica en el decreto, cuyo objetivo es que no se envilezca con ”prácticas abusivas“” esta tradición de la Iglesia.

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