Piden alzar la voz para que todos se enteren de la terrible situación que se vive Diócesis de Tapachula, Chiapas, señala omisión de autoridades ante crisis de seguridad en la Foranía Sierra
La Diócesis de Tapachula mostró su preocupación y sentimientos de molestia ante los lamentables acontecimientos que se están viviendo en su diócesis, al sur de México y es que aunque confiaron que Dios ayudará a que pronto se solucionen estas dificultades gravísimas, destacaron que hoy solo están que sorteando el sufrimiento, temor, sangre y muerte, especialmente en las comunidades de las Parroquias de la Foranía Sierra.
Señalaron la “indiferencia” y hasta “complicidad aparente” tanto de la Guardia Nacional como del Ejército y aseguraron que siguen esperando que intervengan para hacer lo que les corresponde: restablecer el estado de derecho en nuestras comunidades.
Mediante un mensaje a la comunidad a las personas que trabajan por dinero para los cárteles de la droga “sometiendo, amenazando y entregando a sus propios hermanos” que no se dejen ganar por la ambición y corrijan desde hoy aquello de lo que pudieran arrepentirse el día de mañana.
Mediante un mensaje a la comunidad a las personas que trabajan por dinero para los cárteles de la droga “sometiendo, amenazando y entregando a sus propios hermanos” que no se dejen ganar por la ambición y corrijan desde hoy aquello de lo que pudieran arrepentirse el día de mañana.
Jimena Hernández corresponsal en México
La Diócesis de Tapachula envío un fuerte mensaje a las autoridades debido a los terribles acontecimientos que se están viviendo en la zona de la Foranía Sierra,en Chiapas, al sur de México, aseguraron que la pelea de territorio por parte de los grupos del crimen organizado ha ocasionado que cada día empeore la situación, ante una nula actuación y hasta complicidad por parte de las autoridades responsables de brindar seguridad a la población.
“La presencia permanente de los cárteles de la droga disputándose el territorio de la Foranía sierra, yendo y viniendo por todo el territorio ante la indiferencia y complicidad aparente de la Guardia Nacional y del Ejército mexicano con la complacencia de un Gobierno Federal y Estatal que, argumentando desconocimiento o el tener una imagen distinta de la situación y dando órdenes al Ejército y Guardia Nacional de presencia en el territorio sin intervenir para proteger a la población, ha cambiado del todo la vida de nuestros hermanos de la Sierra”
La Iglesia en Tapachula, lamentó que sumado al rezago y a la pobreza ancestral que han padecido, ahora tienen que sumar: “vivir secuestrados en sus propias comunidades”, además de tener que pagar el derecho de piso al cártel que les corresponda según dónde vivan y ser obligados por turnos para estar en los retenes que impiden el libre tránsito llamados filtros -so pena de ser multados y agredidos si no cumplen con este deber impuesto-.
Denunció que los chiapanecos ahora tienen que pagar precios muy altos por la escasa mercancía que se vende en los negocios y que de sus ganancias deben sacar la cuota que les dé derecho a mantener su trabajo y, en últimas fechas -20 y 22 de julio del 2024-, ser amedrentados, amenazados y obligados a participar como escudos humanos en los enfrentamientos de los cárteles de la droga.
"La situación es desesperante, es muy complicado vivir así; por un lado, secuestrados en casa propia, obligados a hacer lo que no deben, con un profundo sentido de impotencia ante lo incomprensible de la situación que viven"
Sin embargo, comentaron que la presencia de la Iglesia en el territorio de la Sierra, a través de los hermanos agentes de pastoral, siempre ha tratado de ser una presencia preocupada por llevar la fuerza del evangelio de Jesucristo, con rostro de cercanía, solidaridad, fortaleza, esperanza y un esfuerzo permanente de buscar las condiciones que permitan a todos los hermanos realizar su vocación de personas y de creyentes.
Por lo que reconocieron y admiraron el testimonio de los sacerdotes y de muchos fieles que han sido “una luz de esperanza” para estos hermanos en este trecho histórico de sufrimiento, dolor e impotencia que les ha tocado vivir.
“Les agradecemos y los alentamos a seguir adelante en esta sagrada labor. Tenemos que seguir viviendo y comprometiéndonos en seguir construyendo en un horizonte de esperanza”
Finalmente pidieron a los habitantes de esta zona no entregar su tierra y buscar la forma de dar a conocer lo que están viviendo. "Muchos tenemos familiares y conocidos más allá de nuestra comunidad y de nuestro Estado de Chiapas, no nos quedemos callados, pidamos que nos ayuden a dar a conocer la historia triste y dolorosa de nuestra vida, de nuestra familia, de nuestras comunidades".
"Trabajemos por la unidad en nuestras comunidades. No nos dividamos entre nosotros ni nos regalemos por dinero al crimen organizado, siendo nosotros los opresores de nuestros hermanos. Veámonos, sintámonos, vivamos y cuidémonos como hermanos. Fortalezcámonos mutuamente y sostengámonos unos a otros. La unidad alimentará nuestra esperanza".