"Me gustaría decirle a Francisco que Colombia lo ama, qué oramos por él, que estamos con él" Luis José Rueda: "La asamblea sinodal de octubre es muy importante para el Papa, porque sabe que ahí se juega el futuro de la Iglesia"
"Lo que he sentido es una gran alegría en la fe, como seguidor de Jesucristo y como servidor de la Iglesia. Pero, en mi conciencia, también siento una gran responsabilidad, porque sé que el sucesor de Pedro lleva a la Iglesia colombiana en su corazón"
"Es el reconocimiento a la Iglesia que anuncia a Jesucristo el Señor en medio de los dolores y sufrimientos de la historia colombiana"
"Que no seamos indiferentes. Que aportemos desde nuestra fe. Que llenemos de esperanza nuestros corazones y los corazones de todos los colombianos"
"Que no seamos indiferentes. Que aportemos desde nuestra fe. Que llenemos de esperanza nuestros corazones y los corazones de todos los colombianos"
El arzobispo primado de Bogotá, monseñor Luis José Rueda Aparicio (San Gil, Colombia, 1962) es un hombre sencillo, de paz y de diálogo, cercanos a los excluidos y servidor de su grey. Por eso,dice que "mientras el Señor me conceda la salud y la vida, le pido que me dé sabiduría para servir a Colombia y al mundo entero". Por eso, considera que el capelo es "reconocimiento a la Iglesia de Colombia", para "llenar de esperanza los corazones de todos los colombianos".
El cardenal electo colombiano cree que "la asamblea sinodal de octubre es muy importante para el Papa, porque sabe que ahí se juega el futuro de la Iglesia", pero también está convencido de que "es el Espíritu Santo el verdadero protagonista y conductor de la Iglesia y, en este caso concreto, de la sinodalidad que nos ha propuesto el Papa Francisco".
¿Qué ha sentido al oír su nombre en la lista de los próximos cardenales en labios de Francisco desde la cátedra de la ventana?
Me enteré esa misma mañana, a las 5:45 a través de los medios de comunicación y, concretamente, a través de un mensaje de texto que me envió la comunicadora de la Conferencia episcopal de Colombia. Después, fui a Vatican News y encontré que el Papa, en su voz, me había nombrado en el rezo del ángelus con el grupo de 21 elegidos para ser cardenales.
Lo que he sentido es una gran alegría en la fe, como seguidor de Jesucristo y como servidor de la Iglesia. Pero, en mi conciencia, también siento una gran responsabilidad, porque sé que el sucesor de Pedro lleva a la Iglesia colombiana en su corazón. De lo que se trata es servir a Colombia con todo el amor, a América latina y a los cinco continentes de manera muy cercana y en comunión viva con el Papa Francisco.
¿Un reconocimiento para usted y para Colombia?
Sinceramente, considero que es un reconocimiento al pueblo de Dios que peregrina y trabaja en las ciudades y en los campos de Colombia. Realmente, es el reconocimiento a los párrocos, a los seminaristas, a los diáconos permanentes, a la vida consagrada masculina y femenina, a los laicos de todas las parroquias del país, a mis hermanos obispos. Es el reconocimiento a la Iglesia que anuncia a Jesucristo el Señor en medio de los dolores y sufrimientos de la historia colombiana. Por lo tanto, no es un reconocimiento a la persona de Luis José Rueda, sino un reconocimiento comunitario del Papa Francisco a toda la Iglesia que peregrina y trabaja en Colombia.
¿Una púrpura para la paz y los excluidos?
La paz y los excluidos en Colombia siempre serán temas muy cercanos al corazón de todos los pastores. Precisamente en esta semana de Asamblea plenaria del episcopado hemos pensado profundamente en esa realidad, en lo que está sufriendo Colombia y en la necesidad de que nosotros, con todo el pueblo de Dios que pone la confianza en el Señor, podamos ser hombres y mujeres cercanos al sufrimiento. Que no seamos indiferentes. Que aportemos desde nuestra fe. Que llenemos de esperanza nuestros corazones y los corazones de todos los colombianos. Creo que estaré siempre cerca de los más desfavorecidos y también he tratado de estar en la problemática de Colombia, aportando con discernimiento y con fe, a la luz del Evangelio y de la doctrina social de la Iglesia. Mientras el Señor me conceda la salud y la vida, le pido que me dé sabiduría para servir a Colombia y al mundo entero.
¿Francisco pisa el acelerador de cara al Sínodo?
Pienso que en el corazón del santo padre la asamblea sinodal de octubre es muy importante, porque sabe que ahí se juega el futuro de la Iglesia. Nosotros queremos colaborar en esa búsqueda en ese discernimiento. Será el Espíritu Santo el que nos muestre el camino. Será el Espíritu Santo el que nos abra las rutas. Será el Espíritu Santo el que nos dé la valentía para avanzar en medio de las dificultades internas de la Iglesia y en medio de las dificultades de la humanidad entera en todos los países del mundo. Por lo tanto, es el Espíritu Santo el verdadero protagonista y conductor de la Iglesia y, en este caso concreto, de la sinodalidad que nos ha propuesto el Papa Francisco.
¿A quién ofrece su cardenalato?
Quiero ofrecerle esta misión que el Señor me confía a través del sucesor de Pedro, el Papa Francisco, a todos aquellos hombres y mujeres, especialmente a los que conozco en Colombia, que se dedican a la evangelización, a la oración, que se dedican silenciosamente al servicio, que son capaces de amar y de perdonar, porque esos hombres y mujeres, con estas características, son los verdaderos discípulos de Cristo el Señor y los que, en el trabajo de cada día, van construyendo y van labrando la santidad y el futuro de la humanidad. Para que el Reino de Dios, que es reino de vida, de justicia y de paz, se haga presente en medio de nosotros.
¿Qué le gustaría decirle al Papa Francisco?
Me gustaría decirle al Papa Francisco lo que siempre le digo cuando lo saludo, que Colombia lo ama, qué oramos por él, que estamos con él.
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