Tojeira: "Su voz no debe ser apagada ahora que está en el exilio" ¿Rolando Álvarez, cardenal?

Silvio Báez y Rolando Álvarez
Silvio Báez y Rolando Álvarez

Silvio Báez fue recibido este sábado por el Papa Francisco en el Vaticano, confirmándole como obispo auxiliar de Managua. ¿Hubo encuentro entre los dos obipsos exiliados de Nicaragua?

“Ojalá monseñor Álvarez y los otros sacerdotes, desde Roma o desde Costa Rica, puedan tener un papel para seguir hablando esta vez desde la libertad, puedan seguir animándonos a todos a un cambio verdadero porque la brutalidad de la dictadura no puede permitirse”

(Confidencial.com).- El portavoz de la Compañía de Jesús en Centroamérica para la crisis en Nicaragua, José María Tojeira, considera que la voz profética del obispo Rolando Álvarez, liberado hace unos días por el gobierno nicaragüense y acogido por la Santa Sede, "no debe ser apagada ahora que está en el exilio. Al contrario, monseñor debe continuar apoyando y animando a los nicaragüenses víctimas de este régimen", al igual que Silvio José Báez, obispo Auxiliar de Managua, también exiliado. Que, por cierto, este sábado también fue recibido por el Papa Francisco en el Vaticano, quien le confirmó en su cargo. ¿Hubo posterior encuentro entre prelados exiliados?

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“Ojalá monseñor Álvarez y los otros sacerdotes, desde Roma o desde Costa Rica, puedan tener un papel para seguir hablando esta vez desde la libertad, puedan seguir animándonos a todos a un cambio verdadero porque la brutalidad de la dictadura no puede permitirse”, agrega.

El sacerdote jesuita no descarta que el papa Francisco pueda nombrar cardenal al obispo Álvarez como ha ocurrido con otros religiosos como el cardenal de Praga, Miloslav Vlk, quien durante años ofició clandestinamente bajo el régimen comunista en Checoslovaquia. 



José María Tojeira considera que por parte del Vaticano ha habido conversaciones de "buena fe" con el régimen sandinista de Daniel Ortega y Rosario Murillo quienes ordenaron el destierro de dos obispos, 15 sacerdotes y dos seminaristas después de “conversar” con el Vaticano

“De parte del sandinismo son conversaciones de mala fe, para aliviar un poco el desprestigio internacional y la crítica creciente por un encarcelamiento injusto”, ha declarado el jesuita.

Para el religioso, la presión internacional no va a cesar hasta que finalice el sistema de persecución religiosa y de opinión en Nicaragua.

Álvarez, en el centro, con algunos de los sacerdotes desterrados
Álvarez, en el centro, con algunos de los sacerdotes desterrados Confidencial



El portavoz de la Compañía de Jesús para Nicaragua percibe el destierro de religiosos como una muestra de “debilidad” de la dictadura, quienes incluso tuvieron que ablandar el lenguaje de odio que utilizan en contra de la Iglesia católica y sus sacerdotes.

“Si usted lee el comunicado oficial del Gobierno nicaragüense verá que tiene unas palabras que contrastan totalmente con el discurso permanente que mantiene especialmente Rosario Murillo en contra de la Iglesia. Eso para mí es un signo de debilidad”, opina.

El jesuita afirma que “para el Gobierno sandinista cualquier opinión por reducida o por prudente o por suave que sea, pero que sea diferente de la opinión oficial del dúo gobernante, es algo que quieren erradicar. Es decir, ellos quieren que haya una absoluta igualdad de pensamiento, por lo menos a la hora de expresarlo”, afirma.

Los obispos Álvarez y Mora, con los sacerdotes desterrados de Nicaragua
Los obispos Álvarez y Mora, con los sacerdotes desterrados de Nicaragua RRSS



Por lo tanto, con la expulsión de estas voces incómodas intentan “impedir que la fuerza ética moral de la Iglesia pueda dañarles lo más mínimo. No se dan cuenta que persiguiendo a la Iglesia se dañan ya de por sí, ellos mismos”.

“Y no se puede silenciar esa persecución” aunque Rosario Murillo diga que a la Iglesia no se le persigue. “Es absurdo decir que no persigue y expulsar a 39 sacerdotes. Eso no se ha visto en ninguna parte del mundo, sin que todo el mundo diga que hay persecución”.

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