Reino Unido mantiene la misma línea argumental que Ucrania y atribuye las andanadas de Rusia a un intento de minimizar sus fracasos sobre el terreno. 253 días de guerra en Ucrania: Moscú llama a consultas a la embajadora británica y Zelenski se burla de los fracasos rusos de la guerra

Dmitri Pescov, portavoz del Kremlin

Dmitri Pescov, portavoz del KremlinEfe

253 días de guerra en Ucrania

El presidente de Ucrania considera la vuelta al pacto del grano de Putin una muestra de su debilidad

Volodimir Zelenski aprovecha cualquier ocasión para irritar a Vladimir Putin. El presidente de Ucrania debería estar feliz con la decisión de Rusia de volver al pacto del grano y permitir que se reanude el comercio internacional. Sin duda, lo está, pero en lugar de celebrarlo y tratar de mantener las aguas en calma, Zelenski prefiere provocar al enemigo y atribuir a su debilidad en la Operación Militar Especial, el regreso al acuerdo.
«El Kremlin exige garantías de seguridad a Ucrania» que se las ha dado, recordó. «Esto, demuestra tanto el fracaso de la agresión rusa como lo fuerte que somos cuando permanecemos unidos», remató el presidente de Ucrania.
Moscú anunció que llamará a consultas a la embajadora de Reino Unido, Debora Bronnert, para que explique, a su juicio, la participación de «especialistas británicos» en la batería de ataques con drones por mar y aire que lanzaron una lluvia de misiles a los barcos rusos apostados en el puerto de Sebastopol, el pasado sábado.
La Federación Rusa dice que está convencida de que el batallón de drones estaban dirigidos por una unidad de la Royal Navy aunque Londres se desmarca de las acusaciones y clama por su inocencia. «Afirmaciones falsas de una escalada épica», resumió el gobierno del flamante Rishi SunaK.
María Zakharova, portavoz del Ministerios de Asuntos Exteriores ruso, insistió en la versión del Kremlin: «Estas acciones se llevaron a cabo bajo la dirección de especialistas británicos. Por este motivo, la embajadora británica será convocado en breve al Ministerio de Relaciones Exteriores de Rusia».
Reino Unido, una fuente inagotable de información desde que Rusia invadió Ucrania el 24 de febrero, parece haberse puesto en el punto de mira de la crítica de Putin. A los británicos les atribuye los últimos golpes de Ucrania. Entre la lista de acusaciones, Moscú incluye los atentados al gasoducto Nord Stream de septiembre que volaron parte de las tuberías marinas.
«Tales acciones no se pueden ignorar. Por supuesto, pensaremos en otras medias porque, definitivamente, esto no puede quedar así», aseguró el portavoz del Kremlin, Dmitry Pescov.
Frente a esa versión, que sirvió como excusa para cortar el suministros de gas a Europa, surgieron otras que apuntaban la autoría directamente a Rusia. ¿Por qué? Porque frente a una avería por causa mayor, el Kremlin se ve impedido de cumplir el contrato y no puede ser acusado de hacerlo por decisión propia.
Como en todas las guerras, la verdad es la primera víctima y conocer quien miente y quién no, resulta complicado en muchas ocasiones. En cualquier caso, Reino Unido mantiene la misma línea argumental que Ucrania y atribuye las andanadas de Rusia a un intento de minimizar sus fracasos sobre el terreno.
Lo hacen, insisten, «para restar importancia a su equivocada estrategia militar en la invasión de Ucrania... Esta historia inventada -las acusaciones- dice más obre los argumentos que ocurren dentro del gobierno ruso que sobre Occidente».
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Kiev recupera el suministro eléctrico

En este contexto, Kiev anunció que la región ya ha restablecido el suministro eléctrico aunque los cortes programados seguirán.
En previsión de nuevos ataques contra sus infraestructuras, la capital está acondicionando un centenar de centros o locales a modo de refugios o albergues con avituallamiento y calefacción.
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