Fue uno de los grandes estandartes de la 'resistencia' de la Iglesia polaca a las reformas del Papa Francisco. Junto a quien fuera secretario de Juan Pablo II, Stanislaw Dziwisz, el arzobispo de Poznan, monseñor Gadecki fue el gran líder de los católicos del este de Europa, siguiendo los pasos del Papa polaco: férrea moral sexual y obstáculos a todos los posibles cambios.
Como tal, fue uno de los grandes críticos del Camino Sinodal alemán. Ahora, desde el hospital, y a los pocos días de cumplir 75 años, Bergoglio acepta su renuncia, nombrando a Zbigniew Zielinski, de 60 años, como su sucesor.
Con la dimisión de Gadecki termina una era en la Iglesia polaca. Había dirigido la gran archidiócesis de Poznań desde 2002 y había sido nombrado por el Papa Juan Pablo II. Y es que Gadecki, tal y como apunta Katholisch, fue uno de los eclesiásticos más poderosos de los últimos veinte años. Al más puro estilo Rouco Varela, fue vicepresidente de la Conferencia Episcopal del 20024 a 2014, y presidente de la misma la siguiente década. También fue vicepresidente del Consejo de Conferencias Episcopales de Europa (CCEE).
En febrero de 2022, Gadecki escribió una durísima carta al presidente del episcopado alemán, Georg Bätzing, en la que criticaba los métodos de trabajo y las decisiones tomadas por el Camino Sinodal alemán. "La Iglesia católica en Alemania es importante en el mapa de Europa y soy consciente de que irradiará su fe o su incredulidad por todo el continente", aseguró Gadecki, hoy ya emérito de Poznan.