¿Te sientes unido a la vid? ¿Permaneces en relación constante con Jesús? V Miércoles de Pascua
Permanecer
A 19 días de Pentecostés – V Miércoles de Pascua
Textos bíblico
“Yo soy la verdadera vid, y mi Padre es el labrador. Vosotros ya estáis limpios por la palabra que os he hablado; permaneced en mí, y yo en vosotros. Como el sarmiento no puede dar fruto por sí, si no permanece en la vid, así tampoco vosotros, si no permanecéis en mí. Yo soy la vid, vosotros los sarmientos; el que permanece en mí y yo en él, ese da fruto abundante; porque sin mí no podéis hacer nada. Al que no permanece en mí lo tiran fuera, como el sarmiento, y se seca; luego los recogen y los echan al fuego, y arden. Si permanecéis en mí y mis palabras permanecen en vosotros, pedid lo que deseáis, y se realizará. Con esto recibe gloria mi Padre, con que deis fruto abundante; así seréis discípulos míos” (Jn 15, 1-8).
Comentario
Cuando leo el pasaje evangélico de la “vid y los sarmientos”, siempre me sorprende la reiteración del verbo permanecer, que en el contexto de la parábola no puede significar solo estabilidad. Creo que también quiere indicar que el sarmiento que permanece unido a la cepa está recibiendo constantemente la savia, y aunque en invierno parece que está seco, conserva dentro el vigor que le hará echar los pámpanos y las uvas. La insistencia del evangelista en la acción de permanecer es reveladora de la necesidad de estar unidos a Cristo.
Imagen: La viña
Jesús emplea las imágenes de la viña, del pastor, de la puerta y del pan para mostrarnos de muchas maneras su ofrecimiento de amor. El viñedo requiere el esfuerzo permanente, la entrega del labrador, hasta el mimo. Quienes se dedican a la tarea del vino saben hasta qué extremo es importante el cuidado de la viña. Los profetas han tomado esta referencia para decir del trato que mantiene Dios con su pueblo. Jesús, al tomar la imagen de la vid, evoca todo lo que se dice de ella en las Escrituras.
Propuesta
¿Te sientes unido a la vid? ¿Permaneces en relación constante con Jesús?