¿Te creces en tus puntos de honra, o empleas tus dones para darte a los demás? XXXI Domingo del Tiempo Ordinario

XXXI Domingo del Tiempo Ordinario
XXXI Domingo del Tiempo Ordinario

Predicar con el ejemplo

XXXI Domingo del Tiempo Ordinario 

Texto bíblico 

En la cátedra de Moisés se han sentado los escribas y los fariseos: haced y cumplid todo lo que os digan; pero no hagáis lo que ellos hacen, porque ellos dicen, pero no hacen. Lían fardos pesados y se los cargan a la gente en los hombros, pero ellos no están dispuestos a mover un dedo para empujar. No os dejéis llamar rabbí, porque uno solo es vuestro maestro y todos vosotros sois hermanos. Y no llaméis padre vuestro a nadie en la tierra, porque uno solo es vuestro Padre, el del cielo” (Mt 23, 2-4.8-9). 

Comentario

La cátedra de Moisés era el lugar de la sinagoga donde se proclamaban las Escrituras y se hacía el comentario, al igual que Jesús lo hizo en la sinagoga de Nazaret, cuando desenrolló el libro del profeta Isaías. Entre los judíos practicantes es un momento solemne, al que se presta atención. Sin embargo, Jesús denuncia la incoherencia de escribas y fariseos que dicen y no hacen. 

Como en otras ocasiones, la denuncia, aparte de ser un pasaje histórico, revela la difícil relación entre los judíos y los judeocristianos. Razón por la que en el Evangelio de san Mateo, escrito para una comunidad judeocristiana, se denuncia la resistencia que tienen las autoridades hacia los cristianos. 

El mensaje que sobresale es la llamada a la humildad, a la sencillez, a no engreírse, que se expresa en el apotegma evangélico: “El primero entre vosotros será vuestro servidor. El que se enaltece será humillado, y el que se humilla será enaltecido»” (Mt 23, 11-12). 

Propuesta 

¿Te creces en tus puntos de honra, o empleas tus dones para darte a los demás? 

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