22 de abril: Martes de Pascua
Texto evangélico
«Mujer, ¿por qué lloras?».
Ella contesta: «Porque se han llevado a mi Señor y no sé dónde lo han puesto».
Dicho esto, se vuelve y ve a Jesús, de pie, pero no sabía que era Jesús.
Jesús le dice: «Mujer, ¿por qué lloras?».
Ella, tomándolo por el hortelano, le contesta: «Señor, si tú te lo has llevado, dime dónde lo has puesto y yo lo recogeré».
Jesús le dice: «¡María!».
Ella se vuelve y le dice. «¡Rabbuní!», que significa: «¡Maestro!».
Jesús le dice: «No me retengas, que todavía no he subido al Padre. Pero, ande, ve a mis hermanos y diles: “Subo al Padre mío y Padre vuestro, al Dios mío y Dios vuestro”». (Jn 20, 11-18)
Reflexión
A lo largo de la semana, la Liturgia de la Palabra nos ofrece los distintos testimonios pascuales de los cuatro evangelios, en todos ellos se proclama el relato fundante de la fe cristiana, la resurrección de Jesús.
Hoy, de nuevo, la mujer es protagonista de la escena pascual. María Magdalena se convierte en palabras del papa Francisco en apóstol de apóstoles, al ser la primera en recibir la visión del Resucitado.
El texto nos pregunta a cada uno con nuestro nombre propio: “¿A quién buscas?” De la respuesta que demos descubriremos la coherencia de nuestra fe. La esperanza no está en que el resultado de nuestra búsqueda sea exitoso, sino la sorpresa de sabernos buscado por Jesús.
Propuesta
¿A quién buscas?